Haciendo una comparación de España con los países de nuestro entorno geográfico en cuanto a las ayudas a la familia se observa que en España la protección a la familia es poca, ya que esta ayuda representa el 0,5 % del PIB, cuando la media europea es del 2,2%. Ante tal situación creo que se debería recurrir a la creación de un "céntimo familiar" (en hidrocarburos, alcoholes y tabaco) que "ipso facto" nos permitiera crear un sistema de prestaciones similar al del resto de la UE y nos permita situarnos inicialmente en la tasa europea media de inversión familiar. Dichas prestaciones deberían tener las mismas características que en nuestros países vecinos. Y éstas deberían ser universales,es decir,que supongan un derecho para las familias,un reconocimiento por su aportación al Estado en lugar de una ayuda sujeta a ingresos. Se debería dar desde el primer hijo. Que fuera progresiva, para conseguir un doble efecto compensador y natalista, de modo que queden especialmente protegidas las familias que sobrepasen la tasa de reemplazo generacional. Las ayudas deberían estar centralizadas, con el fin de evitar las desigualdades autonómicas.Y se podrían revisar anualmente conforme al IPC. Así concebida la política familiar que se practicara con dicho céntimo supondría un reconocimiento a todos los padres y madres de España que generaría un impacto de gran calado; por otro, un efecto social mayor a medida que una renta familiar per cápita es más baja, beneficiando a los recién casados, las familias de renta baja y las familias con más cargas familiares.

Francisco Lorenzo Salido **

Albacete