El presidente del TSJEx, Julio Márquez de Prado, destacó ayer, en la presentación de la memoria judicial del año pasado, la necesidad de crear nuevos juzgados de Primera Instancia en las ciudades más grandes de la región. El argumento para hacer esa reivindicación es el aumento de la litigiosidad, que en el caso de las dos capitales de provincia fue de alrededor de un 15%. La petición es oportuna, sobre todo pensando también en que algún día --cada vez que habla un ministro dice que más pronto que tarde, y así van años-- Extremadura recibirá las competencias en Administración de Justicia, y lo menos exigible es que lleguen dotadas, al menos, en los estándares nacionales de juzgados por habitantes o por asuntos. No obstante, los males que aquejan a la Justicia en España no es devienen solo de la falta de órganos judiciales, sino también de que la oficina judicial está bastante más atrasada, en cuanto medios materiales y técnicos, de la fecha que marca el calendario. La circunstancia, también destacada por Márquez de Prado, de que más de la mitad de los juzgados en la región están ocupados por jueces y/o secretarios interinos, es ilustrativa de lo que le queda a este poder del Estado para ponerse al día, si bien la calidad de las resoluciones y la dedicación al trabajo no están necesariamente ligados a la pertenencia o no de la carrera judicial del juez, sino a su conocimiento, compromiso y responsabilidad personal.