WLw as últimas estadísticas referidas a la prevención de accidentes en carretera en España son concluyentes. Gracias a muchas de las medidas implantadas por la Dirección General de Tráfico en los últimos años, la siniestralidad se ha reducido de manera eficaz y contundente. Es una buena noticia que no ha de servir para bajar la guardia. Al contrario: no hay que parar y se deben incorporar al Código de Circulación todas las iniciativas que acaben derivando en un aumento de la seguridad vial.

La recomendación de llevar las luces de cruce encendidas durante el día puede parecer, en un primer momento, algo anecdótico, y más en un país con un elevado índice de insolación anual. Pero los números cantan. Una medida así evitaría numerosos accidentes porque va más allá de lo que hoy día marca la ley, que solo prevé la necesidad de encenderlas para "ver y ser vistos" de noche o en circunstancias excepcionales, como por ejemplo con niebla, lluvia intensa o en la circulación por túneles. Además, la normativa europea avala una decisión así a partir del 2011, con la obligatoriedad de fabricar vehículos equipados con faros LCD (luces de conducción diurna), un dispositivo que disminuye el consumo de manera notable, quizás el único inconveniente --el del mayor consumo-- que podría plantearse en un caso como este.

En muchos países europeos ya llevan años conduciendo de día con luces de cruce. Por ejemplo, en Suecia y Noruega es obligatorio desde hace más de 20 años; en Italia, desde hace 5 años en el caso de las autopistas; en Francia, la obligatoriedad se implantará previsiblemente en la próxima primavera. Los conductores también deben encenderlas en Argentina, Uruguay o Canadá. Y las consecuencias son evidentes: a mayor visibilidad menos siniestros.

Un estudio cifra en 225 las muertes que se podían evitar anualmente en las carreteras si los vehículos circularan con la iluminación exterior puesta.

En España, la medida se plantea desde una perspectiva gradual y voluntaria. Es decir, sin sanciones. Como una especie de campaña de concienciación que se concreta en carreteras, autovías y autopistas y que persigue dos objetivos: introducir la costumbre de manera cotidiana para que no resulte chocante de golpe, en el momento en que sea general, y valorar el nivel de implantación y las consecuencias positivas que tal consejo conllevará.

Por de pronto, ahora que oscurece antes, y con la perspectiva de una futura legislación al respecto, la DGT recomienda circular con los faros encendidos en horario diurno. Es bueno que nos vayamos acostumbrando a más luces en el camino de la seguridad.