Ha llegado a mis oídos que nuestras autoridades educativas quieren aumentar la ratio de las aulas de 3 años en Plasencia, Cáceres y Navalmoral. No me extrañaría nada que esto sólo fuera el principio de una cadena sin fin.

Desde aquí, y como maestra de Educación Infantil, quiero manifestar mi más enérgica protesta y desacuerdo con estos hechos.

Se puede decir que lo que la Logse nos dió, la Ley de la Calidad nos lo quitó, además de nuestra Consejería de Educación.

Si la Logse reconoció el valor de nuestro trabajo y puso los medios para que este se desarrollara en mejores condiciones, poniendo el límite en 20 niños por aula hemos pasado a 27, ¡Fenomenal!... ¿Por qué ahora retrocedemos y queremos 27 niños por aula? Siempre se quiere ahorrar en Educación Infantil, sin darnos cuenta que el fracaso en la Educación Secundaria es mucho más caro y precisamente aquí no se escatima en gastos.

El Consejo Escolar del Estado recomienda un maestro de apoyo por cada tres aulas, (en las escuelas hay un profesor de apoyo por cada seis clases) y otros profesionales, como los técnicos de Educación Infantil... y sobre la ratio dice textualmente: "Incidir en la mejora de la calidad y facilitar la atención individualizada en esta etapa educativa exige que el número de niños por clase disminuya considerablemente; el Consejo Escolar del Estado insta al MEC a que regule un número máximo de 15 niños por aula, que se reducirán cuando se escolarice alumnado con necesidades educativas especiales".

Ante esto, me pregunto ¿qué está pasando? ¿Hacia dónde queremos llegar? ¿Para qué sirve el Consejo Escolar del Estado? A nuestros políticos les duele la boca de tanto hablar de calidad de la enseñanza, ¿pero dónde está?, aunque nuestra comunidad autónoma es una de las que más presupuesto ha destinado al gasto educativo con relación a su PIB, vemos que la etapa de Educación Infantil ha quedado en el olvido y totalmente marginada, cuando esta es una de las más importantes en la vida de los niños y precisamente donde hay más interés por la innovación educativa.

Las sociedades, como la finlandesa, que han apostado por la calidad de verdad lo hacen sin escatimar recursos y esfuerzos, y lo hacen desde la base, es decir, desde la Escuela Infantil. Sólo así se puede luchar contra el fracaso escolar, prevenir, siempre es mejor que curar y los padres deben pensar que lo mejor para sus hijos de 3 años no es precisamente estar en una clase con 25 o 27 compañeros más.

Emilia Crisóstomo Núñez **

Profesora de Educación Infantil