Profesor

Pase que tú seas del Bar§a y tu esposa del Madrid. Pase que tú seas de Cáceres y tu mujer de Plasencia. Pero que tú vayas en una lista electoral del PSOE y tu media naranja en una del PP, eso sí que no se puede aguantar. Juntitos en los plenos y en las comisiones y en las inauguraciones y en las fiestas. En Plasencia se ha dado el caso, que tendrá trascendencia mundial.

En primer lugar planteará un grave dilema en el seno familiar con repercusión en los retoños. ¿A quién votan los hijos? Se supone que harán campaña electoral en su propia casa y eso proporcionará a sus hijos una vida regalada. "Se acabaron los garbanzos y el pescado", dirá la madre. "A partir de ahora os prometo que comeremos hamburguesas y espaguetis. Y no será necesario que nadie haga las camas ni tenga en orden su habitación. Os prometo no volver a gruñir". Puesto que el padre no debe quedarse atrás contraatacará con medidas económicas: "La paga sube más que el IPC y habrá una extra al trimestre. Mi coche estará a vuestra disposición. Y móviles de última generación para todos". También resultan afectados los padrinos, aunque no debes esperar que te vote la suegra.

Claro que esto no es nada con lo que puede suceder una vez que ambos hayan resultado elegidos concejales. "Pepe, si presento una moción contra Ibarra, ¿tú qué harás?". Pepe, que es socialista de toda la vida no tiene dudas. "¡Pues votar en contra, no te jodes!". En mala hora se le ocurre sacar su fidelidad política. "¿Ah, sí? Pues a partir de ahora te va a planchar las camisas Ibarra". En otras ocasiones utilizará la sutileza femenina para tratar de averiguar el voto del partido opositor. "¿Oye, cielito, qué vais a votar el martes en el pleno?". Al esposo le sale la vena política. "Como que se lo voy a decir a la oposición". Buena la ha hecho. "Con que soy la oposición. Pues a partir de ahora te vas a acostar con los tuyos". Durante los plenos recibirá miradas y gestos tendentes a recomendarle que no intervenga, que mucho cuidadito con lo que dice, que "si yo hablara", que cuando lleguemos a casa te vas a enterar. Y en efecto, al llegar a casa se entera. "¿Qué cenamos?" Silencio. "¿Hoy no se cena?". Que te ponga la cena Ferreira.

Como él no puede quedarse sin dar réplica a la oposición buscará un argumento definitivo. "Si es que tú no tienes ni idea de política. No sé para qué te has metido en una cosa que no entiendes, como siempre". ¿Pero cómo se te ocurre decir que es ella quien no entiende de nada? Tú eres el que no entiendes de nada, que el año pasado se estropeó la lavadora y como eres un inútil tuve que llamar a un técnico que nos costó un pastón. "Y no me hagas hablar más". En efecto, no hables más porque de lo contrario hará un recorrido por vuestra relación y acabará recordándote que de novios te ofrecías para rellenarle la papeleta de su voto al PP e incluso en alguna ocasión votaste a los populares para tenerla contenta. ¡Tránsfuga, que eres un tránsfuga!