En la noche del 17 de febrero pude asistir a la emisión del documental Los Refugiados de Barrancos , en el Centro Cultural Alcazaba de Mérida, y me ha impresionado por el tema humano y por la labor profesional del Grupo, Producciones Morrimer, que la ha realizado.

Muestra la odisea de varios miles de extremeños que huyendo de Franco y sus secuaces se refugiaron en Portugal y cómo les ayudaron los vecinos de la población de Barrancos.

Después se organizó un coloquio y se mencionó que en Cáceres, en la presentación, alguien sugirió proponer dar la Medalla de Extremadura a dicho pueblo, por su gran labor humanitaria y solidaria con el pueblo extremeño en esas horas tan penosas y terribles, pues gracias a los vecinos de Barrancos se salvaron de ser fusiladas tantas personas.

Se hizo especial mención al teniente Antonio Augusto de Seixas, que organizó un campo de refugiados, y se enfrentó a sus superiores, para salvar a todos esos extremeños. El Talmud, libro sagrado del judaísmo dice que "salvar una vida, es salvar al mundo". Y algunos son merecedores de ese reconocimiento y gratitud. Quien crea que este gesto es merecedor de la Medalla de Extremadura, por lo que significó para tantas familias extremeñas, y para la salvaguarda de la vida, la solidaridad de un pueblo con los que sufren, por la guerra, el respeto por la vida, que es lo más valioso y preciado que tenemos, hay que unirse en ese empeño.

Juan Manuel Sánchez Gil **

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Presidente de la Asociación para la Recuperaciónde la Memoria Histórica de Mérida y Comarca.