Hemos asistido durante esta semana a numerosas declaraciones sobre el futuro de los estudios de medicina y del famoso ´numerus clausus´ que regula el acceso a la deseada titulación de buen número de nuestros estudiantes. Se ha hecho incluso una convocatoria de manifestación en la Facultad, en la que hubo una tímida protesta, según el Periódico, con no más de 50 alumnos de los 700 matriculados, algo justificado por los exámenes, que aún no han comenzado en nuestra Universidad. Yo creo que la escasa repercusión de la protesta es indicativa de que nuestros alumnos están más preocupados por su formación que por la amenaza de una disminución de la calidad y la creación de una bolsa de parados, por cierto existente, en la casi totalidad de las carreras y que lo único que obliga es a establecer criterios de competencia de cara a llegar al mercado de trabajo, algo que me parece desde luego saludable.

He seguido las declaraciones de uno de los representantes de alumnos que afirmaba que "un médico mal formado mata, y eso no lo podemos tolerar"; a la demagógica frase cabe hacerle muchas preguntas: ¿Por qué si se aumenta el cupo van a empezar a matar? ¿Matarían menos si fueran la mitad? ¿Sólo matan los médicos mal formados?... De la vida de las personas hay muchos más responsables, jueces que dictan sentencias, veterinarios que controlan los alimentos que llegan a los mercados, y por qué no quienes los producen, aunque sean un modesto agricultor o ganadero que utilizan hormonas o pienso de dudoso origen para criar a su ganado. Dice José Antonio Marina que toda la tribu educa, y yo diría que toda la comunidad cuida de la salud del resto.

XRECONOZCO QUEx la formación de un médico es larga y costosa para ellos y para sus familias, pero ¿lo es menos la de los investigadores de nuestra universidad que, finalizados sus estudios, su doctorado y los largos años de becarios, no encuentran una salida profesional?

Poco o nada tiene que ver la situación sanitaria de Extremadura de cuando se implantaron los ´numerus clausus´ a la actual; el número de hospitales y de médicos y la atención sanitaria nos sitúan en la cabeza del sistema sanitario español, lo único que no se ha movido prácticamente ha sido el número de alumnos que llegan a nuestra facultad. Tenemos cinco centros que imparten la especialidad de Enfermería en Extremadura y sólo una Facultad de Medicina, ¿tan ilógico resulta proponer que aumente el número de alumnos que ingresan en primero?

Numerosas comunidades ya han anunciado el aumento de alumnos y la creación de nuevas facultades, tan solo en la comunidad de Madrid se crearán cuatro nuevas que añadir a las ya existentes, tres de ellas privadas. Este sí que es un problema que marcará diferencias, ya que el acceso igualitario del sector público no será garantizado en universidades privadas, a las que sólo podrán acceder quienes tengan recursos, y lo peor, ¿por qué nuestros alumnos han de salir a formarse fuera de nuestra región cuando aquí tenemos una de las facultades más competitivas del Estado?

Está claro que faltan médicos. En algunos centros y servicios sanitarios resulta difícil contratarles y sobre todo en determinadas especialidades, sencillamente porque no hay. Durante las vacaciones hay una gran dificultad para encontrar sustitutos. Hemos tenido que recurrir a médicos de otros países, que tienen incluso dificultades con nuestro idioma, para solventar el problema de la falta de profesionales, que a su vez se traduce en una movilidad que dudo beneficie la creación de equipos.

Motivo de preocupación es el número de plazas de médicos residentes de Medicina de Familia que se quedan sin cubrir, una situación que se va agravando año tras año, provocada porque el número de plazas ofertadas es superior al de los recién licenciados, y que requiere una reflexión urgente ya que cada día es más destacada la carencia de profesionales en el primer nivel asistencial en todas las comunidades autónomas. Todo parece indicar que el déficit aumentará en los próximos años. Esta es la situación de lo que está pasando y que desde luego no se soluciona poniendo trabas a las medidas que se quieren tomar.

El futuro del mercado de trabajo en Medicina es sabido que dependerá de ciertas variables de la política educativa-sanitaria, entre ellas, el numerus clausus, la edad de jubilación y el número de plazas MIR que se oferten cada año por especialidades; y de variables no controlables por el sector público, como son las tasas de retiro voluntario, las tasas de mortalidad por edades, el saldo migratorio de profesionales desde y hacia España dentro del contexto político de la Unión Europea y la libertad de movimientos de profesionales dentro de Europa.

Nuevas y mejores instalaciones, la inversión de recursos, el compromiso de garantizar los medios necesarios para no rebajar la calidad docente y la apuesta en favor de la educación pública sí son exigencias lógicas. A pesar de todo, esta medida no solucionará inmediatamente el problema del déficit de médicos pero contribuirá a mejorarlo.

*Profesor de la Facultad de

Formación del Profesorado de la Uex.