Es verdad que lo que se publicita se vende, en términos de mercado. Y que en el medio sociocultural lo que no se difunde se ignora. Extremadura ha sido secularmente olvidada, ha cambiado, y mucho, en estos últimos años, pero no el desconocimiento que se cierne sobre su entidad.

Se cree que Extremadura es seca, árida, pobre. Y Extremadura es verde, más aún, es un soberbio patrimonio medioambiental, que hay que valorar.

Mérida, romana; Cáceres, renacentista. La joya de Plasencia, Fregenal de la Sierra, paisaje de una película de Kurosawa . La judería de Hervás. Desde Honduras, Extremadura se divisa como un sueño, pantanos que espejean y maravillan entre nieblas, bosques de robles y castaños y los cerezos, hacia Cabezuela, que ahora tiñen de burdeos las laderas.

No es un erial, sino una feraz ería. En otoño, Extremadura deja de ser tierra para convertirse en sinfonía, pongamos Bach , prodigio de colores, sabores, olores. Extremadura es un epinicio de hombres y de hembras, donde la naturaleza y el arte tejen un manto de belleza irrenunciable.

Mil paisajes, agua, perfume a tierra limpia. Espacio de cigüeñas y delirios, tal Fregenal con su plaza de toros escondida. Acueductos romanos, templos paganos y cristianos, baños, rescoldo árabe, palacios y jardines renacentistas, iglesias platerescas, catedrales barrocas y arte vanguardista.

Torrecillas de la Tiesa, Malpartida, Oliva de la Frontera, Mérida, Trujillo, Torrequemada, Fregenal, Plasencia, Aldeanueva del Camino- visitadas una y otra vez, siempre por mor del arte. ¡No hay embajador como el arte!

XPARA ELx diccionario, embajador, en 2. acepción, vale por "emisario, mensajero". El mensajero, el ángel, lo es porque siempre es portador de alguna nueva, de una realidad, de un acontecer pasado o por venir.

En épocas inciertas, se tiende a creer que las empresas del espíritu son prescindibles, que el arte es innecesario. Grave error, en la vida todo es necesario y el arte más, porque ayuda a ser, a pensar, a sentir. A veces, cabeçinhas pensadoras, como dicen al otro lado de la raya, creen que el arte es un artículo superfluo y que hay mejores causas en las que emplear el dinero, añadiendo confusión al desconcierto.

En la alocución, "De un orden considerado como una anarquía", Colège de France, 3 de mayo de 1925, entre otras cosas, decía Jean Cocteau : "Una época sólo es confusa para un espíritu confuso. La nuestra pasa, a causa precisamente de su riqueza, por un rompecabezas. Unos chapotean en ella, otros se apartan para refugiarse en el pasado, otros pescan en aguas re-vueltas. Pocos se orientan. Y, sin embargo, es fácil ver el plano a vuelo de pájaro". ¡1925, y pareciera escrito para hoy!

Esta noche se hará público el fallo del 30 Premio Internacional de Pintura de Caja de Extremadura, en Cáceres. Y se hace en esa hermosa ciudad en apoyo de la candidatura de Cáceres Capital Europea de la Cultura 2016. ¡Eso es un gesto, no sólo caballeroso, sino inteligente!

No ha habido, en estos últimos años, mejor embajador, en el mundo, de Extremadura que el Premio Internacional de Pintura de Caja de Extremadura. ¡En el mundo, eh, España, Europa, América, internet -!

Si en Lisboa se hablaba de Extremadura, en Madrid, Roma, en junio pasado en Berlín, era como consecuencia del certamen, que difundía a los artistas, pero siempre con el nombre de Extremadura por delante. ¡En Berlín, no era Caja de Extremadura la que se publicitaba, --¿para qué, allí?-- se hablaba del jamón de Montánchez, del vino de Barros, de las cerezas del Jerte, de la chacina frexnense, del paisaje!

Es posible cuantificar los gastos, no los beneficios, no sólo intangibles, como el influjo cultural, sino los contables. La Obra Social, en su amalgama de frentes, muchas veces se confunde con una almáciga de dádivas, pero es un dinamizador social y económico. Llega adonde el dinero público no llega y debiera; promociona el arte y, en este caso, a través del arte enseña lo que es Extremadura, lo que produce, lo que la distingue.

"Una época sólo es confusa para un espíritu confuso". Hay un espíritu, privilegiado, resistente, lúcido, que sabe ver el presente y otea el futuro, con desparpajo, gracias a la institución que dirige, se mantiene esta apuesta cultural de primer rango.

En las instituciones hay personas, que las hacen vibrar, vivir y progresar. Una de ellas es Jesús Medina Ocaña , presidente ejecutivo de Caja de Extremadura. Medina ha marcado una época, un estilo, un liderazgo, un saber hacer, y ha defendido la difusión de la cultura y el arte, contra viento y marea. Y cuando tantas entidades públicas, o no, se enervan, él continua aplicando la política de la inteligencia, con una claridad que le engrandece. Todos, pero más el mundo de la cultura, le debemos reconocimiento por esta postura, que antes de nada, es una actitud determinante, diáfana y creadora de riqueza, para la tierra que sueña, vive y quiere. ¡Me consta!

*Presidente Asociación Madrileñade Críticos de Arte.