Médico epidemiólogo

El riesgo de que una transfusión infectada por el VIH no se detecte es de uno por millón. Pero si la prevalencia en una población es alta, el riesgo aumenta. Este es precisamente el argumento para evitar que las personas con mayores probabilidades de estar infectadas, es decir, que realizan conductas de riesgo, donen sangre.

En algunos colectivos el porcentaje de personas que las realizan es mayor. Pero asumir que cualquier homosexual está infectado sólo refuerza su estigmatización. Eso sí, es necesario definir las conductas de riesgo y aumentar la sensibilización para que las personas que las han realizado no donen sangre. Y paralelamente, facilitar al máximo la realización de pruebas diagnósticas anónimas y gratuitas.