WLw a Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre indica que el empleo en Extremadura está en mejor situación que nunca: con 412.000 trabajadores en la Seguridad Social esta región tiene un volumen histórico de ocupados. Además, el comportamiento del mercado laboral ha sido mejor durante el trimestre contemplado aquí que en el conjunto de la nación, puesto que el descenso del número de desempleados extremeños ha sido del 7%, frente al descenso en España del 5%. Ante esta situación, es lógico que la Junta manifieste su satisfacción: que el empleo crezca en la región más que la media nacional es la condición indispensable para que, un día, las tasas de paro se equiparen a las del país.

Pero no hay que ser triunfalistas y Vara hace bien en recordarlo, porque queda mucho camino que recorrer hasta que Extremadura abandone el primer lugar en tasa de paro, que actualmente es del 12%, frente al 8% nacional. Según la EPA, que es el sistema de medición de paro y ocupación más fiable porque las razonas para inscribirse en el Inem demasiadas veces no coinciden con la búsqueda de un trabajo, entre marzo y junio se han creado en la región 3.500 nuevos trabajos. Este debería ser, al menos, el ritmo de crecimiento del empleo para que se cumplan los objetivos del presidente, expresados en su discurso de investidura, de crear en esta legislatura 60.000 nuevos puestos de trabajo. Mientras la economía española vaya como va, sus tasas de ocupación sean también históricas, con más de 20 millones de ocupados, y con el paro más bajo de la democracia, hay esperanzas de que se cumplan en la región esos planes, pero no hay que abandonarse al tirón de la economía española.