Desconocimiento, desafección y afán de protagonismo, parecen ser los ingredientes principales de la pólvora que impulsa muchas de las balas disparadas en la red social Twitter. Por ejemplo, he leído que la alcaldesa de Barcelona escribió un mensaje en italiano donde expresaba su consternación y solidaridad ante el desastre natural sucedido esta semana en Italia, y una joven tinerfeña responde al mismo con una crítica totalmente desatinada: "ada colau al parecer usted es la alcaldesa solo de los barceloneses catalanistas, porque todo lo que parla lo hace en catalán... Pobre gente". Tal y como cabía esperar, el proyectil lanzado desató la hilaridad en la red y fue causa de cachondeo, algo que, para disgusto de la intrépida autora, lejos de verse con los pies en el podio sintió que era elevada al patíbulo. A fin de evitar introducirse alegremente en arenas movedizas, es conveniente caminar con menos impetuosidad y más reflexión e información de partida.