El Premio Nacional de Cinematografía concedido a Mercedes Sampietro Marro (Barcelona, 24-1-1947) es merecido y oportuno. Oportuno, porque la actriz acaba de sustituir en la presidencia de la Academia de Cine a la díscola Marisa Paredes, que renunció por "motivos exclusivamente profesionales", según la versión oficial, aunque extraoficialmente la marcha se relacionó con la crisis surgida en la institución a raíz de la última ceremonia de los Goya, repleta de críticas contra el Gobierno por el chapapote gallego y la guerra iraquí. ¿Quién no recuerda el mal trago de la ministra Pilar del Castillo? Ahora, su ministerio ha premiado a Sampietro, que presidirá en funciones la citada Academia hasta después de la entrega de los Goya en enero.

Además de oportuno, el galardón recibido por la protagonista de Lugares comunes (2002) es muy merecido. Por su interpretación en la película de Aristarain, fue distinguida precisamente con el Goya.

También ganó la Concha de Plata del festival de cine de San Sebastián y el Sant Jordi barcelonés. Si bien el jurado también ha tenido en cuenta la trayectoria global de Sampietro, quien fue descubierta para el cine por Pilar Miró en Gary Cooper que estás en los cielos (1980). Eso sí, en el teatro ya llevaba 10 años, como saben el actor Juan Diego y el crítico Gonzalo Pérez de Olaguer, que siempre creyeron en ella.