THtace ya unas semanas tuve la ocasión de compartir mesa con un guardia civil extremeño con responsabilidad en la comandancia de Trujillo y puso de manifiesto la necesidad de desvincular a la Benemérita del Ministerio de Defensa, y de mejorar las condiciones laborales de la misma, algo repetido y de manera contundente expresado en la calle, y una promesa realizada por Zapatero que a buen seguro se pondrá en marcha.

La cuestión es que resulta un tanto indignante --o quizá preocupante-- que cuerpos como los mozos catalanes no hayan podido diluir los brotes de delincuencia surgidos en aquella zona y hayan tenido que recurrir --una vez más-- a la Guardia Civil, para poner orden y concierto a tan crítica situación. Menos mal que las condiciones y medios de aquellos eran muy superiores a estos. La futura realidad nacional ha puesto en evidencia, así como su afán de independencia, necesitando del resto de ciudadanos y ciudadanas de este país que contribuimos con nuestros impuestos al mantenimiento de cuerpos como el de la Guardia Civil y que lo ponemos al servicio de quienes, más tarde o más temprano, acaban necesitando de la potestad del Estado.

Una vez más este viejo cuerpo hace méritos para situarse en lo más alto y por ello se hace preciso un profundo esfuerzo político que les sitúe en el camino de sus reivindicaciones. Muchas familias confiaron con su voto en la nueva etapa de apertura y en ese empeño han de trabajar, de manera constante y sin demoras, Rubalcaba, Alonso y todo el gobierno de este país. felipe.sanchez.barbaextremadura.es

*Técnico en Desarrollo Rural