La recuperación de un experimento parecido a lo que en su día fue el Día del espectador se saldó anteayer con un gran éxito. Las 306 salas que se sumaron a la iniciativa del Miércoles al cine recaudaron un 65% más que el miércoles anterior, mientras que el número de asistentes aumentó un 136%. La promoción se va a prolongar hasta el 15 de abril y, a posteriori, los productores, distribuidores y exhibidores decidirán si continúa en el futuro y qué formato adopta.

La primera conclusión que cabe extraer es que efectivamente hay un público dispuesto a ir al cine, aunque tenga que ser un día fijo a la semana, si la entrada es más barata. Frente a los nueve euros de media, el miércoles costaba entre 3,9 y cinco euros. La Fiesta del Cine, una prueba que se hizo en octubre pasado y que tendrá dos reediciones este año, fue la impulsora, aunque no directamente, de estos tres meses de Miércoles al cine. Aquel día se vendieron millón y medio de entradas.

En el caso de los cines de Cáceres, gestionados por la empresa salmantina Van Dyck, iniciaron la oferta en noviembre del 2013, fijando el precio de entrada en 3,50 euros de manera indefinida, 40 céntimos más barato en comparación con el resto. En ese sentido, Javier Gago , gerente de Multicines Cáceres, mostró su satisfacción ayer su satisfacción ante esta nueva iniciativa promovida por la asociación de distribuidores (FEDICINE) y de exhibidores (FECE) con el apoyo del Instituto de Cinematografía y Artes, puesto que en el último año la afluencia de espectadores al cine ha caído un 19% y la recaudación un 16%, mientras que el número de personas que acuden a las salas al menos una vez por semana se ha reducido a la mitad desde 2008. En el caso de los datos de la última edición de la Fiesta del Cine, las salas españolas registraron un total de 1.513.958 espectadores durante los tres días de la promoción, un 98% más que la edición del año anterior, y un 663% más que en los mismos días de la semana anterior.

Como se ve, la industria trata de encontrar fórmulas para combatir la caída de la afluencia de público a las salas, que está relacionada con la piratería, la competencia de otros medios, la crisis y los precios. Pese a la acusación del ministro de Hacienda de la falta de calidad del cine español, las cifras indican lo contrario, puesto que aguanta mejor que el extranjero. En el coste de la entrada si tiene que ver, sin embargo, la subida del IVA hasta el 21%. La experiencia del miércoles pasado es positiva porque apunta por dónde pueden ir las cosas en el futuro.