TOtnce años han transcurrido ya desde aquella semana fatídica de julio de 1997. Once años han pasado desde que la banda criminal y terrorista ETA secuestrase al joven militante de Nuevas Generaciones y concejal del PP en Ermua, Miguel Angel Blanco . Once años han corrido desde que surgiese el llamado Espíritu de Ermua . Once años se han cumplido desde que unos cobardes le arrebatasen la vida al joven Miguel Angel con un tiro en la nuca. Su único delito fue; militar en una fuerza política democrática, salvaguardar los intereses de los vecinos de Ermua y defender la libertad a ultranza en el País Vasco. Por eso lo asesinaron.

Recuerdo aún con frescura aquellos difíciles días. Recuerdo al dedillo qué estuve haciendo durante aquellas 48 horas, recuerdo cómo me comía las uñas de los nervios mientras esperábamos nuevas noticias ante la televisión. Recuerdo aquellas horas interminables, rezando, poniendo velas, saliendo a la calle a gritar y gritar- Todo el mundo conocía la sangre fría y la falta de escrúpulos de ETA, pero la mayoría de ciudadanos conservábamos y albergábamos algo de esperanza dentro de nosotros. Lamentablemente, el instinto asesino de estas alimañas se impuso a la presión social, a la sensatez, a la cordura y al sentido común.

Las 48 horas de julio de 1997 han pasado a la historia de nuestro país en lo que se ha denominado la revolución democrática del Espíritu de Ermua. En aquellos días previos y posteriores al asesinato de Miguel Angel algo cambió respecto a la percepción del terrorismo, algo empezó a cuajar en la conciencia y en la movilización contra ETA. Todos los políticos de uno y otro signo marcharon juntos tras una misma pancarta. Todos nos sentimos durante 48 horas como un hermano más de Miguel Angel. Todos dejamos nuestras diferencias de lado y nos unimos para decirle a ETA, ¡Basta ya!

Tenemos que recuperar ese espíritu, tenemos que recuperar el Pacto por las libertades y contra el terrorismo, tenemos que recuperar la unidad de todos los demócratas contra ETA, pero para ello, es necesario que se clarifique y se deje claro que pase lo que pase, no habrá cesión ni negociación con los terroristas . Ese debe ser el punto de partida.

Querido Miguel Angel, donde quieras que estés, ten por seguro que no te olvidamos, estamos contigo y con tu familia. Lograste unirnos a todos los españoles y no vamos a dejar que se extinga ese espíritu. Eres el referente de muchos jóvenes que amamos la política y luchamos por la libertad. Descansa en paz. Y de ti, Txapote , tampoco nos olvidamos, hiciste estallar en llanto y rabia a millones de españoles. Eres cruel, miserable e inhumano. Ojalá pases el resto de tus días tras los barrotes.

*Pte. regional de NNGG de Extremadura.