El profesor Jesús Usón tendrá que esperar al próximo año para poder recoger el premio Príncipe de Asturias. La candidatura extremeña se ha quedado en puertas y el Centro de Cirugía de Mínima Invasión seguro que en la próxima edición contará con nuevos apoyos para optar a tan importante galardón. Esta vez ha sido la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias la que propuso al centro extremeño y no pudo ser, pero seguro que al año que viene estará en la terna de candidatos, con más méritos incluso que en el 2004.

Que la asociación de padres de alumnos del colegio Nuestra Señora de Bótoa haya tenido que pedir tres euros a cada padre para comprar ventiladores con que mitigar las altas temperaturas no está a la altura de lo que un centro escolar del siglo XXI, y con los calores que padece Extremadura, se merece. La sociedad de la información no lo es todo ni se debe llevar la mayoría del presupuesto, y en estas fechas hay que prever que las aulas estén dotadas de una equipación mínima para que al menos los más pequeños puedan estar en clase con una temperatura que ni les haga marearse ni sangrar por la nariz. ¿A qué espera Educación para tomar cartas en el asunto?