El 2 de junio el Periódico Extremadura publicó un artículo sobre un conflicto en el colegio público Francisco de Aldana de Cáceres relacionado con la asignatura de Religión. Sin intención alguna de polemizar, quiero, no obstante, hacer algunos comentarios como padre de dos niños matriculados en dicho centro.

En primer lugar, en el artículo se puede leer: "-el único alumno del centro que no cursa esta asignatura". Pues bien, esto no es cierto. Mis dos hijos, uno matriculado en 1.º de Primaria y otro en 5.º, en este mismo colegio, tampoco cursan Religión. Es más, en la clase del mayor, son cinco los alumnos que no tienen esta asignatura, y en la de la pequeña, dos.

He de decir que, en estos años de escolarización, nunca ninguno de mis hijos me ha manifestado sentirse discriminado o castigado por no asistir a clases de Religión, no estar bautizado y, el curso pasado, no haber hecho la comunión, ni por sus compañeros ni por los maestros, y nunca se han quejado porque les hayan dejado sin hacer nada en el periodo correspondiente a esa asignatura.

Respecto a las actividades vinculadas a la Navidad, quiero decir que, efectivamente, en el colegio se prepara un belén y fuera del horario escolar, se monta un festival en el que se cantan villancicos y unos padres, vestidos de Reyes Magos, dan regalos a los pequeños (organizado desde el AMPA). Al margen de la opinión que unos y otros podamos tener sobre este tipo de actividades y su vínculo con la Religión católica (personalmente me interesan los villancicos más como forma musical, igual que un coral renacentista o una fuga de Bach, que como género religioso), es tan lícito incluirlas en la propuesta educativa de cualquier centro, como aceptar que las vacaciones de nuestros hijos y de sus profesores coincidan con periodos relevantes en el calendario de esta confesión religiosa: Todos los Santos, la Inmaculada, Navidad o Semana Santa, por no mencionar muchas de las fiestas locales en nuestros pueblos y ciudades.

Otra cosa bien distinta es mi opinión sobre la presencia en los centros educativos financiados con dinero público, de una asignatura como Religión. Me parece inconcebible que el gobierno de un estado laico lo permita. No acabo de entender que un gobierno como el socialista, que se ha mostrado tan resuelto en temas como sacar a nuestras tropas de una guerra ilegal, permitir el matrimonio entre homosexuales, o excarcelar a un etarra confeso y no arrepentido, soportando, como todos sabemos, una tremenda presión, se achante cuando se trata de sacar del currículo educativo de un estado laico una asignatura como la Religión católica. Que alguien me lo explique y, por favor, que no me diga que es un tema de votos. ¡Qué lástima de país si así fuera!

Sebastián Díaz Iglesias **

Cáceres