La guerra política no se ha declarado oficialmente, pero ha empezado. El anuncio sorprendente del portavoz municipal del PSOE en Badajoz, Ricardo Cabezas, de que iba a presentar moción de censura contra el alcalde popular Francisco Javier Fragoso, ha sido un catalizador que ha acelerado la hoguera latente de precampaña electoral en la que ya se movía claramente su partido, y animado la maquinaria e iniciativas políticas de las que tan carentes estaban en las últimas semanas Junta de Extremadura y Partido Socialista.

La moción no va a prosperar y eso lo saben todos. Los dos concejales de Ciudadanos en Badajoz no van a apoyar según todos los pronósticos el documento de Cabezas si es que llega finalmente a presentarse, y con ello se cumpliría para algunos socialistas el mejor de los desenlaces, poner a Fragoso, Podemos (Remigio Cordero) y C´s (García Borruel) en el brete de elegir, retratar como se dice a alguno, y reforzar la idea de que PSOE es real oposición; el mismo golpe político que Fernández Vara le dio a José Antonio Monago en 2014.

Y entretanto se sacan en público unas cuantas vergüenzas, manifiestas a juzgar por la reciente reacción del ayuntamiento en temas de venta ambulante.

Sin que quepan las coincidencias, que existen pero en movimientos políticos nada, esta semana una oportuna filtración de actuaciones judiciales que no puede proceder más que del PP, invita a Ciudadanos a desmarcarse de la invitación de Cabezas por la vía de la presión a la diputada autonómica y portavoz centrista en Extremadura Victoria Domínguez.

Se trata de la pasividad del ayuntamiento placentino, en tiempos de la socialista Elia Blanco en la alcaldía y Victoria Domínguez en la delegación de urbanismo por la coalición de su partido regionalista, UPEX, con el socialista.

UNA TREINTENA de chalés ilegales en la sierra de Santa Bárbara no fueron derribados. Nada que no suceda en posiblemente miles de casos iguales en Extremadura, lo que no quita que sea inadmisible.

Pero nadie puede creer que se trate principalmente de una acción popular -denuncia anónima- y judicial ejemplar y ejemplarizante, que por cierto parece que solo se dan en ciudades como Plasencia y Cáceres y contra dirigentes municipales socialistas, en una frecuencia de ida y vuelta de autos, acusaciones y sentencias por ese tramo de la A-66 que algunos consideran sospechosa.

Alguien no ha medido bien esta vez y ha dado como investigada -antigua imputada- a Victoria Domínguez, tesis a la que se ha apuntado raudo José Antonio Monago para pedir su dimisión como debe hacerlo, aunque yo no le he oído a él decirlo, el presidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez que ese sí está investigado.

LA DIPUTADA Victoria Domínguez se ha encargado de aclarar, lo que afecta a alguna declaración hecha desde Fiscalía, que como diputada autonómica y por tanto con fuero jurídico especial solo la puede investigar el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura.

Indáguese a fondo el asunto Plasencia, pero en aras a la democracia y justicia equitativa exijamos que se haga lo mismo en todos los ayuntamientos y casos parecidos. Y a ser posible sin utilizar para la moción de censura de Badajoz filtraciones -siempre interesadas y esto lo sabe cualquier periodista, que en su criterio y voluntad está contrastarla- interesadas y deformadas.

Los populares extremeños ya han pasado el duelo como se suele decir. Ya se han cansado de mirar mal al mensajero, y admitido que así es la vida; perder, ganar, volver a perder, para intentar volver a ganar. Y en la Junta y Partido Socialista hay gente muy conscientes del poder político rival, por eso ya ha empezado, y aumentará, la corriente de iniciativas políticas antes de que la opinión íntima de cada votante empiece a conformarse, que luego es tarde.

* Periodista