XExstamos de acuerdo en gran parte de las exigencias que el gobierno regional plantea a la hora de introducir la energía eólica en Extremadura. En especial, no queremos que las grandes empresas eléctricas que operan en otras autonomías nos coloquen los molinos y no dejen más que las migajas del pastel, como ha sucedido en otros tiempos en algunas zonas.

Nuestra empresa consiguió en su día unir a las cinco comarcas del norte de Cáceres (Sierra de Gata, Hurdes, Ambroz, Jerte y La Vera) para el desarrollo eólico de nuestra bio-región a través de un convenio de colaboración firmado con los cinco presidentes de dichas mancomunidades.

Este modelo mancomunado contrastaba con el modelo generalizado en que las grandes empresas pactan independientemente con cada pueblo, ofreciendo simplemente más o menos dinero por implantar sus molinillos.

Nuestro modelo, para un desarrollo eólico bio-regionalista, tiene las siguientes particularidades:

--Incorpora el diseño de una empresa mixta público-privada con mayoría de capital regional, que podría ser la promotora y gestora de los parques eólicos, en su totalidad o sólo en algunos casos.

--Los beneficios económicos anuales por la instalación de los molinos repercutirían en toda la comarca, y no sólo en los pueblos dueños del territorio. Esto evitaría posibles tensiones sociales provocadas por las grandes diferencias económicas que se podrían generar entre pueblos con y sin molinos.

--El diseño de los parques eólicos contempla un mínimo impacto visual y medioambiental. Se plantearían "parques invisibles" desde la mayoría de las carreteras principales. Se aprovecharían los espacios donde ya existan accesos por pistas o cortafuegos.

--Incorpora una serie de medidas compensatorias, por cada megawatio eólico instalado, que se invertirían en:

Programas de conservación medioambiental en la zona, para compensar la instalación de los parques eólicos en la Red Natura 2000.

Desarrollo de nuevas empresas, no necesariamente relacionadas con el sector eólico, que generarían al menos un puesto de trabajo por cada megawatio instalado.

En el norte de Cáceres se podrían instalar más de 600 megawatios (la mitad de la potencia eléctrica de Almaraz), con una inversión de más de 400 millones de euros. Sólo en licencias de obras, alquiler de terrenos para los molinos y en mejoras locales de infraestructuras, redes eléctricas, etcétera, se podrían sumar más de 13 millones de euros. Por el canon anual de generación eléctrica se sumarían varios millones de euros más...

Mientras durasen las obras, podrían crearse cerca de dos mil puestos de trabajos directos e indirectos. Además, los parques eólicos darían más de 80 puestos de trabajos permanentes.

Con una planificación apropiada de las compensaciones por el establecimiento de las industrias eólicas, se podría facilitar la implantación de numerosas empresas, no necesariamente vinculadas al sector eólico y potenciar cientos de puestos de trabajo estables añadidos.

Nunca el turismo, ni ningún otro sector conocido en nuestras comarcas, podría generar semejante empujón de riqueza continuada para nuestros pueblos. Porque al final, Extremadura tendrá sus molinos de viento, como el resto de las comunidades autónomas. El asunto será: cuántos, quién y cómo, a cambio de qué y en dónde se instalarán.

*Presidente de Bioex