Si hay alguna posibilidad de desbancar al PSOE, Monago tiene la fórmula. Así lo ha venido a decir la militancia del PP, sabedora de que, aún perdiendo las últimas elecciones, es el único capaz de medirse al PSOE con solvencia. En resumidas cuentas, que si lo hizo una vez, lo puede hacer de nuevo si se dan las condiciones adecuadas y los elementos se confabulan como lo hicieron en 2011, donde no sólo hubo que vencer al PSOE, sino encima conseguir que Izquierda Unida, una fuerza presumiblemente de izquierda, se abstuviera.

Era de esperar, aunque no con tanto respaldo: José Antonio Monago, único candidato, fue aclamado en su congreso regional de ayer en Mérida por el 99,19 por ciento de los compromisarios. El líder regional del PP inicia una nueva carrera por la presidencia de la Junta y lo hace con la sensación de un partido más unido que nunca en torno a su persona.

Después del drama de la derrota electoral, donde los populares parecían desnortados, se puede afirmar que han despertado, aunque antes ya hayan planificado muy bien su vuelta a la escena política regional participando adecuadamente en el pacto de dos presupuestos regionales de Vara. Los tiempos en los que había distintas facciones, clanes o divisiones entre Cáceres y Badajoz parecen haber pasado o, al menos, se dejan bajo la mesa al tener un punto en común que se llama Monago. Es como dice un político de tradición que prefiere no ser citado: «el líder del PP unió al partido con la victoria y el recuerdo del poder hace que perdure».

Sin apenas modificaciones en su organigrama de poder, (sólo se cambia el portavoz y el responsable de las relaciones con los medios de comunicación, cargos que asume ahora la joven diputada Gema Cortés), los populares empiezan la campaña aunque aún resten dos años para los comicios. ¿Ya? Se preguntarán algunos. Pues la respuesta es sí, aunque evidentemente se niegue en público.

¿Y en frente? En la parte contraria aún falta tiempo para definirse. El PSOE nacional está en crisis y no se puede ocultar porque es evidente. La emergencia de Podemos resquebrajó al partido por dentro y la actitud de Pedro Sánchez apuntaló esta situación. El resultado es la pugna a cara de perro, donde tres candidatos van a medir sus fuerzas por el futuro del PSOE en este mes de mayo que está a punto de comenzar y donde, a ciencia cierta, nadie sabe qué resultado saldrá.

Hoy se presenta en Madrid la candidatura de Susana Díaz a las primarias, pero las carreras emprendidas por Pedro Sánchez o Patxi López tampoco son despreciables, obteniendo sobre todo en el caso del primero un fuerte respaldo de militantes allá donde va.

Es obvio que la victoria de Sánchez llevaría implícita la ruptura del partido o su división en dos facciones claramente diferenciadas, pero en el caso de Díaz se desconoce su capacidad de integración posterior. Así que la incógnita es mayúscula, y mientras tanto al PSOE extremeño y a su líder, Guillermo Fernández Vara, les pasa cierta factura aunque sea de forma provisional.

En Extremadura la militancia socialista es más susanista, aunque la sanchista haga mucho más ruido. Prueba evidente de esta preferencia es la participación masiva de extremeños hoy en Madrid, donde, además, se espera que la líder andaluza presente a Eduardo Madina como figura insigne de su proyecto, siendo nombrado en caso de ganar secretario de organización o portavoz en el Congreso. Ya se sabe la fuerte vinculación de la federación socialista extremeña con el diputado vasco, lo que refuerza aún más el apoyo a la candidatura de Susana Díaz.

Los socialistas extremeños en general andan esperanzados en que tras la guerra, se resurgirá de las cenizas más fuertes y que, además, queda mucho tiempo para la contienda de las urnas, que serán en mayo del 2019. No hay división en torno a su líder --Vara deberá salvar su congreso tras el verano en principio sin problemas--, pero saben que el trance hay que pasarlo, lo que traerá su desgaste, y que el enemigo aparece otra vez, a lo que se suman dos partidos emergentes con capacidad de inclinar la balanza en uno u otro sentido y que en cualquier momento pueden también dar la sorpresa.