El domingo celebramos el Día de Ramos. Hace 20 siglos, Jesucristo entró en Jerusalén de una manera muy humilde y le recibieron con ramas de laurel y olivo para darle la bienvenida. Días después le crucificaron, después de haberlo azotado y ridiculizado. Los hombres prominentes de la nación, el Sanedrín, le condenaron a muerte y los sacerdotes del templo pagaron 30 monedas de plata a Judas Iscariote para que se lo entregaran. Jesucristo nos enseñó la doctrina del amor y del perdón, valores que son unos buenos cimientos para construir una sociedad mejor, pero hay que ponerlos en práctica. Eminentes científicos nos dicen que la solución de la humanidad consiste en conquistar el espacio, pero en mi opinión está en tener los pies en el suelo y en querernos y respetarnos más unos a otros. Esto es lo que realmente nos dignificaría como personas. Por desgracia, las palabras traidor y monedas de plata las hemos escuchado recientemente, pero las monedas eran 155. Ojalá Puigdemont hubiera optado por convocar elecciones, su primera opción, para mí la acertada. Ha sido también víctima de sus propios compañeros de ideología.

EMBARAZOS

Cuando los hijos son un mero accidente en la vida

Fernando García Figueroa

Cáceres

Todos los grupos de la oposición en el Congreso de los Diputados han rechazado la propuesta del PP para elevar de 16 a 18 años la edad mínima para contraer matrimonio al entender que esto supondría un recorte de derechos a los jóvenes emancipados. ¿De verdad un joven con 16 años en edad escolar está emancipado?

Los argumentos de la diputada Silvia Heredia justificando la subida de edad se basa en que estos matrimonios son una realidad y que suelen darse en el contexto de pobreza, desigualdad de género y falta de protección de los derechos de la infancia, sobre todo en los colectivos mas vulnerables como el gitano. Estoy convencido que el rechazo a esta proposición no de ley hay que buscarlo en un contexto y determinado fin electoralista de la oposición contra el Gobierno, más que al pretendido recorte de derechos a los jóvenes.

Pero lo que hoy abordamos no es solamente un tema de discusión política, sino un problema social por desgracia bastante generalizado

Los datos del Instituto Nacional de Estadística revelan que, entre los años 2000 y 2008, un total de 1.290 niñas con catorce años o menos fueron madres.

La cifra se multiplica cuando se trata de quienes sí han cumplido los 15 años, pues los datos muestran que, en el mismo período, 4.119 niñas de esta edad fueron madres en España. En concreto, en 2008, último año para el que se disponen estos datos, dieron a luz un total de 177 niñas con una edad igual o inferior a 14 años, mientras que fueron más de medio millar (537) las madres de 15 años ya cumplidos.

Los datos no son muy alentadores, teniendo en cuenta que, en los últimos años, muchas han sido las campañas para concienciar del uso del preservativo. Además de un embarazo no deseado, son muchas las enfermedades de transmisión sexual que pueden contagiarse por mantener relaciones sexuales sin protección.

Precisamente, con respecto a la noticia que se ha conocido estos días, el caso de una niña que, con tan sólo diez años, dio a luz a un bebé en el Hospital de Jerez de la Frontera, Cádiz, la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía informó de que el padre del bebé también es menor de edad.

Estos hijos no deseados conllevan aparejados en la mayoría de los casos un drama social y familiar, donde los padres de los menores han de asumir la responsabilidad de seguir manteniendo y educando a sus hijos y a sus nietos.

Considero que hay suficientes argumentos para que los señores diputados se olviden de sus intereses partidistas y piensen en los ciudadanos a los que representan.