Biólogo

Numerosos son hoy los actos que en el Día Mundial del Medio Ambiente se celebran en nuestra comunidad junto al resto del planeta del agua que llamamos Tierra. Junta, diputaciones, ayuntamientos, espacios protegidos, asociaciones, ONGs, universidades populares, colegios, ecocentros e instituciones comprometidas con la conservación de la naturaleza y concienciadas de la fragilidad de la biosfera organizaron actos para llamar la atención a la ciudadanía y para que al menos un día reflexionemos y nos demos cuenta de que también las acciones individuales tienen mucho que ver con la conservación de la naturaleza.

Hoy es un buen día para intentar poner un poco de coherencia ambiental a las acciones que cada uno realiza y la manifestada defensa de la naturaleza de la que solemos presumir.

De todos los actos organizados para hoy, me van a permitir que por su importancia y trascendencia dentro y fuera de nuestras fronteras destaque uno. Se trata de la presentación oficial de la candidatura de Monfragüe como reserva de la biosfera. No es día para glosar los valores de este espacio protegido, ya que son más que conocidos dentro y fuera de nuestro país e incluso de Europa. Su importancia ecológica, faunística, botánica, histórica, etnográfica, es indiscutida e indiscutible.

Sólo quiero hacer una reflexión en torno a lo que creo que es Monfragüe, el espacio más representativo y mejor conservado del llamado biomo bosque matorral mediterráneo de la biosfera. Una zona, la mediterránea, de reducidas proporciones aunque a ella se sumen California, Perú, sur de Africa y Australia, que también comparten con nosotros un clima, llamado mediterráneo, caracterizado por unos veranos extraordinariamente secos y calurosos.

Si las reservas de la biosfera constituyen una red, el nuevo nudo que podría representar Monfragüe sin duda enriquecerá el conjunto. Su inclusión en la red de reservas de la biosfera, creo que es un derecho que no sólo beneficia a nuestro más conocido parque natural por su reconocimiento, sino que también honra a la Unesco, institución que otorga la distinción, cuya red se verá fortalecida y potenciada con la inclusión de Monfragüe.

Este es el mejor regalo que los representantes de la red civil de la Unesco podían hacerle a Extremadura en este día, en reconocimiento a sus valores, a su conservación y a la gestión que se ha realizado en este espacio, considerado el buque insignia de la conservación de la naturaleza en Extremadura.