TDticen que Monsanto es el pueblo más portugués de Portugal y una veleta de plata con la forma de gran gallo adorna una de las torres que existen en el pueblo. Una localidad preciosa que a mí me recuerda mucho a la extremeña villa de Montánchez. Hace unos días participé en las jornadas de inauguración de la IX edición de los Encuentros Culturales que con el nombre de Dialogo de Culturas se celebran en la villa al final de cada verano, y en ellos propuse, delante de la consejera de Educación y Cultura y la alcaldesa, que Montánchez debería ser declarado el pueblo más extremeño de Extremadura.

A esta villa no le faltan motivos para ello, ya que creo que no existe en Extremadura nadie que no sepa qué es y dónde está Montánchez y la mayor parte de los extremeños hemos visitado este pueblo y recorrido sus calles o visitado su castillo. Montánchez es el pueblo que mejor representa la unión de las provincias de Cáceres y Badajoz. En la sierra que lleva su nombre se encontraba el célebre repetidor que utilizábamos la mayor parte de los extremeños para sintonizar los canales de UHF y VHF que permitían ver las televisiones, primero en blanco y negro como la España de entonces, y luego la televisión en color.

XQUIENESx nacimos y vivíamos en la cuenca del Guadiana podríamos también buscar la señal de televisión del repetidor de Guadalcanal, pero este era un repetidor situado en la sierra norte de Sevilla y por tanto fuera de Extremadura. La sierra de Montánchez fue el tema elegido por Eduardo Hernández Pacheco para realizar su tesis doctoral, hace ya más de un centenar de años; aunque su valor geológico, ecológico y paisajístico siga siendo aún desconocido para buena parte de los extremeños. En esta sierra existen lugares donde cuando cae una gota de agua puede producirse la curiosa circunstancia de que vaya a parar a Lisboa o a Vila Real de Santo Antonio y Ayamonte, un centímetro que caiga a la derecha o a la izquierda en Montánchez serán más de 400 kilómetros en la desembocadura.

XLA SIERRAx de Montánchez posee una vegetación que quizás sea de las más interesantes de Extremadura, ya que en ella podemos encontrar los castañares y robledales centrales de Extremadura, algunos de ellos solo presentes en el norte o sur de la región y en las maravillosas sierras de las Villuercas. Un verdadero paraíso para los amantes de la naturaleza, el senderismo, y los deportes de riesgo como el parapente o vuelo sin motor.

También los que quieran descubrir el rico patrimonio cultural que atesoran esta sierra podrán disfrutar de la Vía de la Plata, la ermita visigoda de Santa Lucía del Trampal o el roquero castillo de Montánchez, que son solo algunos nombres que nos hablan del paso de gentes y diferentes culturas por el territorio. Ese fue el motivo por el que hace ya una década un grupo de gentes, a las que nos unía el amor por estas tierras, pensamos que cada año podría celebrarse una reunión en Montánchez para hablar de cultura y de culturas, en momentos como éste donde no faltan muestras del desencuentro entre pueblos y regiones, algo que lejos de solucionarse continua agravándose.

Juan Margallo y su saga familiar, Juan Alcázar , entonces alcalde de Montánchez, Paco Muñoz y un largo grupo de gentes de Montánchez y de fuera decidimos poner en marcha los primeros encuentros con la complicidad de la mayor parte de las instituciones públicas de la región y de la provincia, que consiguieron que cada final de agosto una villa extremeña fuera el lugar de encuentro de gentes procedentes de todo el mundo, y que con motivo de cada reunión, se rindiera homenaje a quienes trabajan por construir un mundo mejor.

Mayor Zaragoza , Nuria Espert , Santiago Castelo , Juan Margallo y un largo etcétera figuran ya en la lista de los distinguidos y a ellos hemos de añadir los tres homenajeados este año: Diego Doncel , Santiago Trancón e Inma Chacón , un estímulo para seguir trabajando por la paz y por el entendimiento. Como habrán podido comprobar es posible escribir una tribuna dedicada a Montánchez en la que no aparecen los tópico-típicos de esta villa, su maravilloso jamón y su vino, y es que Montánchez es mucho más que esto. Si alguien lo duda debería acercarse a conocer el pueblo más extremeño de Extremadura.