WLwa novena cumbre del clima que se cerró la madrugada del sábado en Montreal ha dado mejores resultados de los esperados. La paciencia de los más convencidos de que hay que luchar contra el cambio climático le ha ganado la partida a los más reticentes. En la práctica, queda garantizado que el protocolo de Kioto continuará más allá del 2012, su fecha de caducidad.

Pero sobre todo, esa prolongación tiene mejor futuro que el tratado vigente: quienes lo han venido incumpliendo, con Estados Unidos a la cabeza, ya han admitido sumarse al grupo impulsor de la lucha contra el cambio climático, liderado por la Unión Europea. Hay que felicitarse de que esta vez ha funcionado la coordinación de la Europa de los 25 para hacer propuestas globales. Al consenso se han sumado, finalmente, otros países decisivos como China, India y Australia.

Tampoco hay que exagerar. El pacto de Montreal no significa que haya acuerdo para reducir las emisiones contaminantes, sino que los países mas reticentes ya admiten que es cierto y que habrá que coordinar la lucha para evitarlo. Y para que sea efectivo, cada país debe hacer sus aportaciones. España aún no lo ha hecho.