TEtva García, diputada del PP, se equivocó de mundo. Cuando aseguró que los inmigrantes sin papeles no tienen derecho a la sanidad pública, debía referirse a algún extraño universo que ella y algunos otros más habitan. Los demás preferimos creer en un lugar donde palabras como solidaridad, derechos humanos y compasión por el otro tengan sentido. Hablemos claro. La diputada pretende que se deje morir a la gente en la calle. Que las puertas de los hospitales se cierren a cal y canto cuando llegan los más desheredados por la fortuna. ¿Está diciéndonos que un inmigrante, por no tener papeles, no tiene siquiera derecho a la vida? Suena duro. Es de sabios explicarse con precisión e, incluso, rectificar lo dicho, cuando uno advierte que se equivoca.

*Escritora