El sábado 24 por la noche asistí a la inauguración oficiosa de la feria de Cáceres 2008. Muchos de los faranduleros emprendedores y asiduos, más o menos vinculados a la música, la noche o la hostelería, nos dimos cita en el recinto ferial ante el reclamo que suponía la programación de conciertos en directo en tres de las casetas ya instaladas. Con lo falto que estamos en Cáceres de este tipo de actuaciones musicales en directo, la convocatoria era ineludible para aquellos a los que nos gusta la música y la practicamos ; lástima que la experiencia, musicalmente hablando, fuera un auténtico desastre. El domingo por la mañana tenía un zumbido en la cabeza que, por lo menos, era perjudicial para la salud. Y que conste que no era resaca. La carrera desaforada por sonar por encima del vecino ha llevado a una guerra de vatios que, de verdad, te vuelve loco. En los conciertos vimos y, malamente, oímos a músicos desafinando y perdidos, fuera de tiempo y fuera de tono. Había una pelota de ruido tan grande con la mezcla de los equipos de las casetas contiguas a todo volumen que no me extrañaría nada que muchos hayamos decidido no volver a poner los pies en la feria en esas condiciones. Como por las buenas creo que los feriantes de casetas no se van a poner de acuerdo y nadie va a permitir que le coma el de al lado, pido a las autoridades competentes --algunas vimos por allí contoneándose mal con el ruido-- que tomen cartas en el asunto e imponga limitadores de volumen en todas las casetas para impedir esta perniciosa e ilegal escalada de decibelios. Con esto y un poquito de educación y de respeto quizás nos animemos a volver a la feria.

José A. Secas **

Cáceres