Las Danzas de la Muerte medievales. Un fenómeno cultural de terrible ironía y estremecedora denuncia social. En los siglos oscuros cuando las diferencias entre ricos y pobres son un abismo, donde el que más tiene más acumula, la osamenta sonriente llamando por igual a todos supone la venganza de los desheredados y el esqueleto danzante simboliza la revancha de los desposeídos, los siervos de la gleba, las muchachas sometidas al derecho de pernada, los vasallos condenados por cazar ciervos del rey, los agricultores forzados a pagar los diezmos y primicias o a financiar con sudor las guerras del amo. En una sociedad que se abre al Renacimiento, la Peste Negra ha mostrado con el rostro del horror que la muerte democrática pone a todos en el mismo lugar y duele mucho más abandonar este mundo a los potentados que a aquellos para los que la vida es miseria y renuncia. De ahí el placer fatídico que destilan los versos de Manrique : "Que a papas, emperadores y prelados igual los trata la muerte como a pobres pastores de ganado". Quizá también al Papa y a los pocos monarcas que van quedando pero sobre todo a esa masa impúdica exhibida en cadenas de televisión donde se mezclan atisbos de calidad con sectarismo y cutrerío les urge una buena danza macabra. Mujeres ricas, Casadas en Hollywood y demás porquería, protagonistas no por su espíritu emprendedor o por el trabajo que generan sino por su molicie y opulencia, por la desvergüenza con que despilfarran en casoplones y frivolidades para escarnio del espectador parado, congelado o el que no llega a fin de mes. Impresentables recauchutadas que dilapidan en vestidos, bótox, ridículas pamelas o cochazos. Gentes infumables, prescindibles, culpables. Precisan un esqueleto danzarín que les susurre al oído: "Por las aposturas daré fealdad- y desnudez por las vestiduras- y por los palacios sepulcros oscuros y pestilentes. Por los manjares gusanos royentes que coman de dentro su carne podrida" ¿Les parece bestia? Ya ven. La ostentación en tiempos de escasez desata las más bajas pasiones.