THtemos celebrado el Día Internacional de las Mujeres Rurales como reconocimiento a los más de 600 millones de mujeres que, desde las poblaciones rurales del mundo, luchan por vivir con dignidad y trabajan sin descanso en la agricultura y la ganadería sin que dicho trabajo, imprescindible para garantizar el suministro de alimentos, les sea justamente reconocido.

En la Unión Europea un 40% de las explotaciones agrarias está gestionada por mujeres. En España hay casi 5 millones de mujeres rurales, un 20% de las mujeres españolas. El mundo rural está presente en el 90% de los municipios y en el 80% del territorio nacional.

El mundo sostenible al que aspiramos pasa necesariamente por la estabilidad y el mantenimiento de nuestros pueblos. Es en el mundo rural, como imprescindible soporte de las diferentes sociedades en las que vivimos, donde el papel de las mujeres adquiere trascendental importancia; por eso cada año debemos hacer patente el reconocimiento de su esforzado trabajo así como las justas reivindicaciones que se han venido recogiendo por parte de organismos internacionales y nacionales.

Desde el Gobierno, a partir de la aprobación en el 2007 de la Ley de Desarrollo Sostenible para el Medio Rural, se han puesto en marcha imprescindibles medidas para conseguir las principales demandas de las mujeres rurales, entre ellas: la posibilidad de darse de alta en la Seguridad Social; la titularidad compartida de las explotaciones agrarias en las que las mujeres vienen trabajando desde hace años junto a los hombres y la participación de las asociaciones de mujeres más representativas en los órganos de decisión y programación de planes.

También ese mismo año se aprobó la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres que hace explícita referencia al principio de igualdad en la política de desarrollo rural.

En Extremadura, la Consejería de Igualdad y Empleo, a través del Instituto de la Mujer, sigue trabajando en defensa de los intereses y el reconocimiento de las mujeres rurales. Un reconocimiento que debemos hacer extensible a todas las asociaciones de mujeres rurales por su enorme contribución a la vertebración y cohesión de nuestro territorio como principio del Pacto Social y Político de Reformas para Extremadura.

La futura Ley de Igualdad entre Mujeres y Hombres y contra la Violencia de Género de Extremadura, también recogerá y defenderá el trabajo de las mujeres rurales, tan imprescindible para nuestros pueblos como para el resto del planeta.