WEwl Ayuntamiento de Cáceres ha impuesto más de 130 denuncias por quebrantar la Ley extremeña de Convivencia y Ocio desde su entrada en vigor hace unos quince meses. La puesta en marcha de esta norma, que ha obligado a los ayuntamientos a buscar escenarios adecuados para compaginar los derechos al descanso y el ocio de los ciudadanos, tiende a normalizarse tras los primeros desajustes en su primer año de vida. Un ejemplo claro de esta situación se encuentra en los propios números aportados por el consistorio cacereño. En el primer año de la ley, el balance de infracciones superaron el centenar, mientras que desde enero pasado sólo se han registrado algo más de treinta, con lo que se puede decir que la población ha comenzado a habituarse a esta nueva situación, a pesar de la dificultad que entrañaba este cambio de hábito, por lo arraigada que se encontraba la costumbre de ocupar libremente la vía pública para la consumición de bebidas.

Por otra parte, del número total de denuncias, más del 80 por ciento se ha debido a la celebración de botellones no autorizados. La ley ha permitido normalizar esta situación que, en el caso concreto de Cáceres, se mostraba insostenible. Visto lo conseguido, ahora el objetivo está en limar los flecos.