WBwush y su entorno, los mismos que machaconamente repiten que la guerra de Irak estaba justificada pese a todos los informes que indican lo contrario, insisten en decirnos que el mundo es hoy más seguro. Pero lo ocurrido en las últimas horas demuestra exactamente lo contrario. La brutal decapitación del ingeniero británico Ken Bigley en Irak; los muertos, en su mayoría civiles, que diariamente se producen en aquel país, o el triple atentado con decenas de víctimas mortales contra intereses turísticos en la península egipcia del Sinaí son el suma y sigue de los ataques indiscriminados ocurridos antes en Beslán, Madrid, Casablanca o Riad, y de la ya insoportable larga lista de asesinatos de rehenes. Las mentiras repetidas pueden acabar siendo asumidas como verdades, pero la aritmética de la muerte es más terca que toda falsa insistencia, y hace que la realidad aparezca en toda su crudeza. A pocas semanas de las elecciones en EEUU, el candidato George W. Bush está perdiendo los argumentos que hace dos años muchos enjuiciaban como imbatibles en su mal dirigida lucha contra el terrorismo. El mundo ni es más seguro ni hay un nuevo orden. Lo que tenemos es caos, desorden y más terrorismo. Un pésimo resultado.