TSturge un nuevo partido político, nacido de la plataforma ¡Basta ya!, que todavía no sabemos si se llamará así o de otra manera. De momento tenemos tres nombres propios para identificarlo: Fernando Savater, Rosa Díez y Carlos Martínez Gorriarán . Los dos varones son del mundo académico, la mujer es política profesional, y los tres pertenecen a la órbita socialista. Dicen que presentarán candidaturas en todas las circunscripciones en las próximas generales, se supone que, al menos, al Congreso de los Diputados.

El detonante de este nuevo partido ha sido la política de negociación con la ETA protagonizada por Rodríguez Zapatero . Con este asunto se ha puesto de manifiesto, acaso como en ningún otro, el divorcio enorme entre el pueblo supuestamente soberano y sus presuntos representantes: en el Congreso, todos los partidos aprobaron esa política con la sola excepción del Partido Popular. Los amigos de Rodríguez Zapatero titulaban, eufóricos: "El PP se queda solo". No era verdad. Medio país era el que se quedaba solo . Medio país que salió repetidamente a la calle a protestar, en tres manifestaciones multitudinarias y memorables, de las que sólo una fue convocada por el PP. Y ahora, nada menos que del cogollo de la iniciativa, de dentro del PSOE, surge la aventura de crear un nuevo partido que huye del hedor.

Es imposible saber ahora el destino del nuevo partido, novedad que siempre inquieta a los ya instalados, sobre todo a los grandes. En este caso, sin embargo, parece cosa clara que el más perjudicado puede ser el PSOE, aunque el fino analista López Garrido , portavoz socialista en el Congreso, haya declarado que ellos no se inquietan, porque es lo mismo que Rosa Díez se vaya a ¡Basta ya! o al Partido Popular.

Que Santa Lucía le conserve la vista.