Los grandes empresarios plantean el despido libre, y la respuesta del presidente del Gobierno es que no se va a retroceder en los avances sociales. Me parece bien, ya que los despidos no son la solución de la crisis. Como empresario de una pyme de 20 trabajadores, estoy de acuerdo, pero en el caso de tantas y tantas pequeñas y medianas empresas que a costa de sus beneficios --e incluso, a veces, de su patrimonio-- están manteniendo el volumen de sus plantillas, sin expedientes de regulación de empleo (ERE), sin echar a nadie, ¿quién nos reconoce ese esfuerzo? Lo que no es justo es que se ayude a grandes empresas que no tienen reparos en deslocalizar y despedir porque su nómina es de muchos trabajadores y se olvide a aquellas que siguen creando la riqueza y generando empleo. Señores políticos: ¿no ven ustedes que no podemos continuar con estos exagerados costes sociales? Mis trabajadores y yo no podemos apoyar esa política de subvenciones, prejubilaciones, ERE y préstamos multimillonarios a esos mismos bancos que nos han metido en este berenjenal. Hagan, de una vez por todas, lo necesario para pedir responsabilidades a quien corresponda y ayuden a este país a salir del atolladero, a ser más competitivo bajando los costes sociales. Yo no quiero despedir a ningún trabajador ni rebajar los salarios porque los conozco a todos y a sus familias y sé el drama que se produce con cada despido, pero cuando llega el pago de la Seguridad Social y del IRPF, no puedo dejar de leer en los periódicos los favores que las administraciones hacen a las multinacionales y a la banca, y me come la rabia y la impotencia de mi pequeñez.

Leandro Serra **

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