Imaginen a un padre de familia que, tras casi 50 años trabajando en el campo, ha conseguido comprar su casa, ampliar sus tierras y renovar su maquinaria agrícola para mejorar su producción.

Imaginen a una mujer que hace décadas abrió un comercio, y que, con mimo y vocación, dio sus frutos y le permitió criar a sus hijos.

Imaginen que esos padres, a quienes nadie les regaló nada, fallecen y les dejan sus bienes a sus hijos.

¿Creen que heredar es cosa sólo de ricos? Pues eso es lo que debe pensar el señor Fernández Vara para negarse a suprimir el impuesto de sucesiones.

En 2016, casi 800 extremeños tuvieron que renunciar a sus herencias: les era imposible hacer frente al pago del impuesto. No hay un tributo más injusto que el que obliga a los a los extremeños a pagar por lo que ya pagaron sus familiares en vida.

¿Es justo que después del esfuerzo de nuestros padres y haber tributado con creces por sus bienes con otros impuestos, ese esfuerzo no revierta, en su totalidad, en sus hijos o herederos?

Dice el refranero que «el que deja una herencia, deja pendencias». Parece que quien lleva las riendas de la Junta prefiere que no haya herencias que repartir, teniendo en cuenta que hay gente renunciando a lo que le corresponde por derecho.

Señor presidente, llevamos muchos años esperando; y muchos meses, desde que por febrero prometió estudiar el asunto. Cada día que pasa, hay personas renunciando al legado de sus padres para dárselo a la Junta.

Le ha llegado la hora a esta reliquia fiscal del PSOE. Lo está pidiendo toda Extremadura, gente normal, sencilla, que ha luchado toda su vida para juntar algo que dejar a sus hijos.

No son ricos, señor Fernández Vara. Este no es un impuesto de ricos, es un impuesto que afecta a todos y perjudica especialmente al que menos tiene justo cuando le llega una oportunidad de mejorar su situación.

Señor Fernández Vara, deje de escuchar a sus socios de Podemos. Escuche a los agricultores, autónomos, funcionarios, trabajadores por cuenta ajena, todos ellos, gente corriente que quieren dejar a sus herederos lo que con tanto esfuerzo consiguieron. Escúchelos.