XLxa Junta de Extremadura y el grupo industrial Alfonso Gallardo han anunciado la instalación en Mérida de una refinería de petróleo y una planta petroquímica.

Aunque en principio las iniciativas empresariales son responsabilidad de los propios emprendedores, que en ellas arriesgan sus recursos sometiéndose al veredicto de las perdidas o las ganancias, la hipotética instalación de una refinería de petróleo y eventualmente de una industria petroquímica es un asunto de gran importancia que merece ser debatido públicamente.

Una instalación industrial de estas características afectaría necesariamente a las condiciones de vida de los habitantes y a los recursos de Extremadura, determinando además el tipo de desarrollo.

Por otro lado, una parte de la inversión se cubriría con fondos públicos, por lo que también estaríamos implicados económicamente. Dejando a un lado declaraciones generales, en uno u otro sentido, Adenex estima que se deben conocer algunos detalles con objeto de centrar el debate: ¿Cuál es la capacidad de refino prevista?, es decir, el número de toneladas de crudo/año que se piensa tratar; ¿cuál sería la configuración?, esto es, cuáles son las unidades de proceso previstas; y ¿con qué logística se cuenta?

Una refinería de interior necesita un oleoducto de crudo, un pantalán para el atraque de petroleros y un parque de almacenamiento en la costa. ¿Se ha pensado en Huelva o en Sines?

No hablaremos ahora de dinero, pero en ambos casos habría que explicar y convencer a las administraciones y a los ciudadanos afectados de la necesidad de las expropiaciones de los terrenos, siendo sin duda más complicado el caso portugués.

Habría que declarar el proyecto como de interés público en Andalucía o en Portugal, por lo que no es sólo un asunto extremeño.

En cuanto a la contaminación, se detecta, también en esta ocasión, una confianza, quizá ciega, en la tecnología moderna. Pero sobre esto hay mucho que decir: si por el oleoducto llegan, vamos a suponer, 6 millones de toneladas anuales de crudo por algún sitio, oleoducto, tren o camión, saldrán otros 5,5 millones de toneladas de productos más o menos elaborados. La diferencia: quinientas mil toneladas se queman en el emplazamiento, generando seiscientas mil toneladas anuales de CO2. Es decir, que de pronto, en el área de la refinería se producirían casi tantos gases de combustión como ahora en toda Extremadura.

Los sistemas de depuración de efluentes líquidos y gaseosos son, ciertamente, cada vez más eficaces, pero esa eficacia se mide en porcentaje y, lo que es más importante, el resultado depende de cómo se vigilen, se operen y se mantengan. En las refinerías se están aplicando desde hace tiempo sistemas de depuración. Todas las instalaciones se modernizan constantemente. Eso no quita para que la mayoría sean sucias y que, incluso con cierta periodicidad, se produzcan accidentes. Esto a pesar del trabajo de servicios experimentados de seguridad y mantenimiento.

La típica antorcha de toda refinería es una parte del sistema de seguridad, pero no deja de ser una combustión permanente, en este caso sin depuración de gases. Una refinería necesita tener a disposición un volumen considerable de agua. En este caso seguramente necesitará un nuevo embalse conectado quizá con alguno de los canales que abastecen de agua a las Vegas del Guadiana. ¿Es así? ¿Dónde se piensa construir? ¿De qué capacidad? ¿Cómo afectará a la disponibilidad de agua para los regadíos?

El impacto de una refinería de 6 millones de toneladas/año, y el de la industria petroquímica asociada, en una región poco poblada, de recursos e infraestructura limitados y con un medio ambiente frágil, cambiaría necesariamente su carácter y su imagen y chocaría frontalmente con los esfuerzos de poner en valor la calidad natural de sus productos.

Entenderíamos mejor que se emplearan recursos en proyectos que potencien las ventajas que sí tenemos (energía solar, biomasa, producción ecológica...) o en otras opciones del futuro (tecnología del hidrógeno, etcétera) en las que partimos tan bien situados como cualquiera, pues la carrera acaba de empezar.

Esta vez una cosa sí quita la otra.

*Asociación para la Defensa de la Naturaleza y los Recursos de Extremadura