En un reciente mitin, Otegi ha dicho que los socialistas vascos están comprometidos con el proceso democrático , es decir, que aceptan el diálogo con la izquierda abertzale.

Además recordó expresamente a los etarras que han caído en el camino y a los que están en las cárceles o el exilio, pidiendo para ellos un protagonismo en la victoria política .

Y sobre todo se ha alegrado porque el PSE, respaldado por Zapatero , reconoce a Batasuna como un "interlocutor necesario", esto es, a un partido ilegalizado y que no es sino la propia ETA.

Si todo esto no fuera suficientemente grave, el fiscal general del Estado sugirió hace meses que Batasuna, para dejar de ser ilegal, se registrara con otro nombre y nuevos estatutos. A ello los batasunos han contestado que, por el momento, no tienen excesivo interés en seguir sus recomendaciones.

El mismo PSOE nacional ha llegado a apuntar que, si se mantiene la inactividad de ETA, la condena de la violencia no sería necesaria porque carecería de sentido rechazar algo que no existe. No quieren enterarse que hace dos años Batasuma adquirió públicamente el compromiso de no condenar nunca la violencia, porque considera que fue un instrumento legítimo en su momento.

Desde el PP de Extremadura insistimos no solo en que esa negociación supone la rehabilitación política de Batasuna, por parte del PSOE, sino en que tanto ETA como el PSOE lo que están pactando es la marginación y destrucción del PP como único partido nacional español y que, con esa destrucción, lo que se pretende destruir es la idea misma de España.

Lo mismo que Felipe se equivocó con el GAL, al saltarse la ley para acabar con el terrorismo, está sucediendo ahora con la negociación con la banda terrorista.

Pero es que, en esta negociación, las víctimas deben esconderse humilladas en sus hogares, mientras los criminales son agasajados y bienvenidos a la actividad política, sin necesidad de pedir perdón a las víctimas ni arrepentirse.

XSON MUCHOSx los que ya han dicho que esta paz , a la que aspira Zapatero, es una paz sin libertad, justicia ni dignidad. Es la paz que los terroristas podrían estar dispuestos a entregarle a cambio de sus reivindicaciones de siempre, sin que el presidente del Gobierno parezca que vaya a ponerles demasiados peros, y si acaso los pone, todos serán electorales, que no morales. Y sin que ETA abandone las armas, quedándose como garantía armada y coactiva de que el PSOE cumple sus promesas.

El PP de Extremadura ya ha oído la opinión de Rodríguez Ibarra respecto a esta negociación: Está de acuerdo. Ya no debe acordarse de lo que dijo en el debate del Estado de la región de 2005, cuando se le llenaba la boca hablando de lealtad a la nación frente a los que quieren romper la columna vertebral del Estado. Ahora defiende todo lo contrario, empezando por el Estatuto de Cataluña y pasando por la negociación con ETA.

Podría haber apostado por la idea de España y alinearse con Rosa Díez, José Bono y otros socialistas, pero en esta cuestión, como en casi todas las demás, vuelve a acreditarse que Rodríguez Ibarra se mueve en base a la disciplina de partido.

Es una pena, porque por mucho que le deba a su partido, más le debe a los extremeños, muy especialmente a los que fueron asesinados por ETA, a cuyos entierros seguramente asistiría.

*Portavoz PP Asambleade Extremadura