Hace varios meses, desde este mismo Ojo de buey, comparé a Obama , por representar la esperanza de los norteamericanos, con el héroe griego Aquiles .

Tras numerosos combates, se ha alzado con el triunfo. En ello han influido varios factores: una buena conexión con diferentes colectivos, eficaces medidas propuestas en esta época de crisis, la ayuda de los Clinton , el deseo de cambio y el efecto boomerang de Palin en el partido republicano. Pero deberá cuidarse de enemigos poderosos que querrán acabar con él.

También le ha beneficiado mostrar su lado sensible enjugando lágrimas en público por el fallecimiento de su abuela blanca; no le importó suspender la campaña para correr al lado de la abuela moribunda y eso también jugó a su favor. No le importó que todos vieran su dolor. Esto lo hacía más humano y predispuso a la gente a votarlo. Obama, como buen amante-conquistador, ha sabido enamorar a todos. Ha demostrado ser gran luchador, fiel a sus principios y ha infundido tranquilidad y esperanza.

Estados Unidos necesita un cambio urgente en esta época, no sólo por la crisis financiera sino por la pérdida de poder y prestigio de su país y la emergencia de nuevos países que jugarán un papel relevante en el escenario mundial. Necesita héroes a quienes admirar: un valiente Obama que ha vencido a Clinton y al candidato republicano a la Casa Blanca.

Ahora tiene ante él un gran reto: deberá adoptar una serie de medidas que ayuden a solucionar la crisis mundial y que nuestro mundo no se desmorone.

Hasta aquí ha tenido la parte más fácil: promesas, propuestas, como cualquier político en campaña. Pero esas promesas, cuando se gana, tienen que cumplirse para conseguir un nuevo triunfo dentro de cuatro años. Tiene ante sí el reto de aportar soluciones efectivas a la crisis económica, levantar su país, devolverle el prestigio y poder perdidos en estos años, mejorar la política exterior, demostrar que es algo más que una excelente y poderosa voz y un político inteligente. La sociedad norteamericana ha vencido viejos prejuicios de racismo. Ahora sólo falta esperar.