Carlos Nicolás Gianella (La Plata, Argentina, 14-2-78) gana protagonismo en las páginas de deportes desde hace días por su más que posible marcha del Plasencia al Casademont Girona, de la Liga ACB. El base, que posee también el pasaporte italiano por sus antepasados, se ha convertido en los escasos meses que lleva en el Jerte en una referencia para el floreciente proyecto del club, que lidera la LEB. Y lo ha hecho gracias a un juego espectacular a la par que efectivo. Nico es, sobre todo, un jugador ofensivo, de esos que enamoran a la grada con sus acciones y con su personalidad de líder.

Aún es joven para triunfar en lo más alto. Viéndole jugar muchos se preguntan por qué no está todavía en la ACB. Seguramente no lo ha tenido tan fácil como algunos de sus compatriotas que ya ganan mucho dinero gracias a ese carácter competitivo tan argentino. Gianella se formó en las categorías inferiores del Gimnasia y Esgrima de La Plata y fue campeón de su país con apenas veinte años con el Estudiantes de Olabarría. El Cáceres se interesó por él entonces (verano del 2000), pero no se concretó nada. Su salto a Europa no fue especialmente feliz: suplente de Alejandro Montecchia en Reggio Calabria (2000-01), unos meses nada llamativos en el León en la LEB (2002) y una temporada aceptable en el Rida Scalfati, de la A-2 italiana (2002-03). Plasencia parece su trampolín perfecto.