Nicole Mary Kidman, la actriz con pasaporte australiano nacida en Hawai (Honolulú, 20-6-1967), no ha parado de actuar desde que se separó de Tom Cruise, en febrero del 2001. Ahora se ha estrenado en nuestras pantallas, con notable retraso, Oscura seducción, rodada antes que Moulin Rouge (el gran éxito que le sirvió para ganar el Globo de Oro y aspirar al Oscar) y que Los otros (la película de Amenábar cuya interpretación cautivó a la crítica). Pendiente de exhibición en España están The hours (en donde da vida a la escritora Virginia Woolf) y Dogsville (con Von Trier de director). Y si cuaja un proyecto que ella impulsa, encarnará a Heidi Fleiss, la famosa madame de prostitutas de lujo en Hollywood. No hay duda de que esta mujer miembro de una familia rica de Sydney está en el cine por vocación. De joven ya pensaba más que muchas coetáneas, a juzgar por los comentarios que le sugerían las lecturas de Tennessee Williams y Anton Chejov, por ejemplo. Curioso. Con motivo de Oscura seducción, Kidman aprendió ruso y confesó que su gran ilusión era interpretar a Chejov "en ruso y en Rusia". En cualquier caso, Kidman, madre adoptiva de una niña y un niño, no ha renunciado a enamorarse de nuevo. Decidida y valiente, dice: "Aún soy muy romántica y creo que es más bello amar y perderlo todo que no saber nunca qué es el amor".