Pese a mi nulo entusiasmo por el fenómeno, es innegable que Podemos, aunque falto de originalidad --'Yes, we can'-- en su denuncia de las lacras de la actual clase política, conecta con los ciudadanos. Poco importa la antigüedad de sus planteamientos, por mucho que se presenten como originales opuestos a lo viejuno. Ni inventaron lo de casta, cúpula en lenguaje chavista, ni lo de que el cielo se toma por asalto ni lo de ser una escoba. Tampoco preocupa a sus numerosos seguidores el escaso realismo de las soluciones o la superficialidad de algunas respuestas: elaboramos un programa económico --lo de repleto de disparates es cosa de esta que escribe-- para las europeas, pero ahora vamos a elaborar otro diferente que es el que requiere la realidad española. Sus múltiples entusiastas ni siquiera recelan cuando eluden cuestiones fundamentales, como el montante de esa renta básica que pretenden dar en un futuro o todo ciudadano pobre, tal como hizo Iglesias en el programa de Ana Pastor.

Porque, independientemente de su sabiduría sobre la psicología del grupo y el papel de las redes sociales y la televisión en el encumbramiento de un líder, lo que sí es novedad y de la buena es la coherencia de sus gestos--. Y eso percibe el honrado contribuyente. Que los diputados europeos de la joven formación renuncian a una parte de su cuantioso --y en opinión de la mayoría injustificado sueldo. Y que vuelan en turista. Y que no pasa nada por hacerlo. De momento actúan como dicen que piensan y eso les confiere, también de momento, un grado de inocencia inmaculada que aplaude sin reservas el atónito españolito, escandalizado, pasmado y harto.

A todo esto, los partidos mayoritarios sin caerse del guindo. Ahí están ante el escándalo de los viajes gratis total en las Cámaras. Resistiéndose a la transparencia. Como si fuera deferencia y no obligación con el pueblo que los paga justificar su necesidad y rentabilidad.

Y es que no se enteran de lo que está pasando en las familias, en la calle, en el pueblo. Para cuando lo hagan, será tarde.