Solo cabe el llanto. Llanto por los fallecidos y afectados y por todos los que han presenciado ese horror. Pero también por la impotencia de tener que recibir el mismo apelativo que los atacantes. Ese que nos define tanto a médicos o poetas; musulmanes, judíos, cristianos o ateos; alemanes, costarricenses, marroquís, españoles. El de ser seres humanos. Qué sinsentido ser uno de ellos después de lo sucedido. Qué sinsentido las baldosas rojas y blancas de la Rambla cuando quien hay sobre ellas son personas sin vida. Qué sinsentido el sol que ilumina tal dantesco horror. Qué sinsentido el amor descrito por Machado, Cortázar, Borges o Shakespeare; el nuevo Dios retratado por Malevich en el cuadrado blanco sobre fondo blanco o el horror del 3 de mayo pintado por Goya. Pero, de entre esas lágrimas desorientadas surgen sentimientos de amor, unidad y fe que condenan el terrorismo, nos hacen fuertes y nos dan las razones suficientes para existir y para gritar alto y claro que vamos a luchar por darle el significado que le corresponde al término ser humano.

ATENTADO

La condena del terror no es suficiente

Julián Mora Aliseda

Que las comunidades musulmanas en España condenen la masacre de Barcelona y Cambrils está muy bien, pero es claramente insuficiente, lo que hay que hacer es denunciar. En los lugares de culto se sabe quiénes se han radicalizado, quiénes les radicalizan con sus interpretaciones extremas del Corán y en el entorno de los terroristas (amigos y familia) también lo saben.

Si lo saben ¿Por qué no lo denuncian? Mientras eso no ocurra se van a producir procesos de xenofobia hacia ese colectivo y surgirán partidos políticos, como ha pasado en Francia, cuyo único programa se base en la expulsión de estos grupos que no se integran, y serán votados por los otros grupos locales más desfavorecidos, que además tienen que convivir en los mismos barrios obreros. Todos tenemos que colaborar y estar unidos en el objetivo de la convivencia pacífica, es la única vía como sociedad avanzada en la que nos encontramos.

La integración empieza por aceptar la cultura, el sistema de valores y las formas de vida del país de acogida, al que se debe agradecer el esfuerzo que hace para darles oportunidades, salud y educación, en igualdad de condiciones (o mejores) que el resto de los nacionales.

Pero este tipo de gente asesina está alienada (si tuviesen raciocinio no lo harían) por una forma enfermiza de entender la religión, lo que evidencia que son dementes sin solución.

Si esta sociedad occidental es tan mala como dicen ¿por qué vienen si nadie les llama? ¿por qué no se quedan en sus ‘maravillosos países’?

En Europa y España hay millones de inmigrantes de todo el mundo y creencias que han venido para trabajar, para tener un futuro profesional y personal, para crear, soñar, traer sus familias de origen o formarlas aquí ...y nadie ha generado ningún problema, salvo los radicales musulmanes, en una sociedad que por naturaleza debe ser intercultural.

Es inconcebible que en pleno siglo XXI la Teocracia pueda anteponerse a la Democracia e intente imponerse en Europa bajo el manto de la barbarie. El Terror, si no se ataja de manera decidida y sin ambages, se convierte en la Cárcel de las Sociedades Libres.

ATROPELLO

Una avenida peligrosa

Juan Alonso

Concienciación de los conductotes o colocar dos o tres radares fijos en la avenida de la Hispanidad y multar a todos los conductores que sobrepasen el límite de velocidad. La verdad es que no sé cuál es la solución para terminar con lo que ocurre en esta vía cacereña en la que se suceden los accidentes. Es una asignatura pendiente de policía y ayuntamiento que deben solucionar.