Historiador

El 70% de los españoles está contra la guerra en que los gobernantes estadounidenses se empecinan, con ayuda de vasallos como el gobierno del PP. Ningún otro partido político de España apoya este atropello sino el suyo, pavoneado con su mayoría parlamentaria, como si eso fuera suficiente para masacrar a un pueblo ya víctima de un feroz bloqueo que les diezma: bloqueo impuesto por esos amos, los nuevos emperadores de todo el mundo entero. Mientras, grandes empresarios de las armas y el petróleo se llenan los bolsillos, y la Bolsa juega impúdicamente a subir y bajar, como si esto fuera un divertido tobogán de niños grandes.

¿Cómo pueden pensar los dirigentes del PP que somos todos tan incautos, tan locos o ignorantes? ¿Un 70% de la población confundida? ¿Todos los partidos políticos, menos ellos, en la inopia? ¿Y tus garantes quiénes son? ¿Los EEUU, que exterminaron a los indios y nos agredieron con falsedades y atropellos sin cuento en 1898 para quedarse con Cuba? ¿Esos que en la I Guerra Mundial llegaron a la hora de poner el cazo? ¿Los que en la II Guerra Mundial aparecieron cuando las mayores masacres y el reparto? ¿Los que en gran parte de la América Latina, Oriente Próximo y Medio llevan más de 50 años haciendo lo que les da la gana? Quieren que creamos a quien tanto ha mentido a lo largo de toda su historia, y basan sus argumentaciones en campañas maestras de publicidad y de terror. ¡Ah!, qué manera de ser pájaro que limpia los colmillos del gigantesco cocodrilo para que pueda seguir con sus brutales dentelladas. ¿Qué logran de provecho en la carnicería?

Pero estamos aquí. Hemos de dar nuestro vibrante testimonio disconformes los miles, los millones de brazos levantados. Decir que pueden aplastarnos, pero no nos engañan. Que otra vez, como siempre, es la lluvia de millones lo que buscan, provocando con sus armas los rayos, la devastación de la tormenta.

Y esta unión de los que detestamos la sangre mezclada con los dólares ha de formar una muralla que se cierre y detenga a los nuevos jinetes del siempre renovado Apocalipsis.