En estos días estamos viendo como parte de la corporación municipal de un pueblo de Málaga está ingresando en prisión a petición judicial, el alcalde, el teniente de alcalde, algunos concejales, técnicos y demás colaboradores de la alcaldía, por sus ambiciones personales y sobre todo por dinero, están siendo metidos en la cárcel, y esto puede dar a pensar a algunas personas que todos son iguales, no es así, ni mucho menos, para la inmensa mayoría de los alcaldes de este país, su única ambición es la mejora de sus pueblos, y dignificar en todo lo posible la vida de sus paisanos, cuando se van de su alcaldía se retiran a su casa con una mano adelante y otra atrás, no tienen ni derecho a prestaciones por desempleo, y quizás ni trabajo donde empezar su nueva vida, son la administración más cercana al ciudadano sin apenas presupuesto, son las personas a las que más se les habla, se les asalta por las calles, se les llama por la noche, están de servicio las 24 horas del día y todo lo dan por bien empleado, sólo por sus pueblos y nada más que por sus pueblos y vecinos, por eso en este escrito mi defensa a los alcaldes y alcaldesas, y que los ciudadanos vean en ellos lo que son, no unos piratas como los de ese pueblo de Málaga sino unos trabajadores sin aliento por y para sus pueblos. FRANCISCO GIRALDO SANCHEZ. Ibahernando