El ictus o enfermedad cerebrovascular constituye uno de los problemas de salud más importantes de nuestra sociedad. En la actualidad se considera una prioridad sanitaria en los países desarrollados, ya que representa una de las primeras causas de muerte, siendo el principal responsable de incapacidad permanente tanto física como intelectual en la edad adulta, y el segundo motivo de demencia después de la enfermedad de Alzheimer. Asimismo es la causa más frecuente de ingreso en una unidad de Neurología en cualquier hospital moderno. La tendencia observada en los últimos años es hacia un incremento en su incidencia, fruto entre otros factores del envejecimiento progresivo de la población. Se producen por término medio unos 200 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y año, lo que supone en Extremadura más de 2.000 casos nuevos cada año.

Tradicionalmente, cada año, el grupo de estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología viene celebrando el Día Nacional del Ictus; bajo el lema en esta ocasión: "Un nombre, demasiadas caras" quiere remarcar la importancia de esta enfermedad en la mujer. El ictus constituye la primera causa de mortalidad en el sexo femenino, de forma comparada, mientras una de cada 56 españolas muere por cáncer de mama, una de cada siete fallece por un ictus cerebral, estas cifras dan idea de la magnitud de esta patología. Además, sus consecuencias llegan a ser más graves en la mujer que en el hombre, ya que las primeras presentan mayor riesgo de muerte, invalidez, depresión y demencia. Este proceso neurológico es responsable de que el 71% de los afectados deje de trabajar, el 30% precise cuidados de por vida y el 20% requiera ayuda para caminar. Se estima que cada ictus supone un gasto entre 6.500 y 31.500 euros anuales en cuidados informales en función de la dependencia del paciente. La alteración en la economía y modus vivendi de una familia con un afectado es tremendamente impactante, trágica, un ciudadano discapacitado por un ictus puede llegar a generar más de 60 horas semanales de trabajo dedicado a su cuidado. En nuestro medio esta sobrecarga de trabajo suele recaer por regla general en la esposa si el afectado es el marido y en las hijas cuando el afectado es el padre. La sociedad actual no está aún preparada para hacerles la vida fácil a los supervivientes discapacitados de un ictus y a sus familias. Todas estas son por sí mismas suficientes razones de peso que justifican la necesidad de un mayor conocimiento por parte de la sociedad en general del ictus y sus consecuencias, así como una mayor atención por parte de las administraciones públicas, con el fin de dotar a nuestros hospitales de los medios e instrumentos necesarios para disminuir la mortalidad e incapacidades que genera. En los países avanzados, los últimos quince años han supuesto un cambio radical en el manejo de esta patología, abandonando las posturas nihilistas del pasado y cambiando el modelo organizativo de atención a esta enfermedad. La evidencia de que una atención especializada neurológica precoz, el manejo de los pacientes en unidades especializadas de ictus, los tratamientos de reperfusión cerebral, rescate neurovascular y el tratamiento rehabilitador precoz y continuado marcan diferencias muy claras en el pronóstico vital y funcional del paciente. El desarrollo eficiente de la Ley de la Dependencia, teniendo en cuenta los aspectos técnicos de esta patología y combinando como un continuum los sistemas sanitarios y los servicios sociales también debe ayudar a paliar los efectos de este drama social y familiar. El crecimiento económico que ha vivido nuestra sociedad en los últimos años debe estar acompañado de una ampliación del Estado del Bienestar, lo que se ha venido en llamar el cuarto pilar del sistema. Todas estas medidas y acciones ayudarán a que todos tengamos un enfoque más positivo de la vida en general y del envejecimiento muy en particular, como una fase de la vida llena de retos y nuevas oportunidades.

A pesar de lo trágico la mayoría de los pacientes llevan con enorme dignidad su enfermedad, sólo hay que recordar las palabras de José María Entrecanales , presidente de Honor de Acciona afectado por ictus, recientemente fallecido, al que le cambió radicalmente la vida pero tuvo una actitud en todo momento positiva: "para ser más humano hay que tener tiempo o una experiencia como esta". Un consejo, es mejor el tiempo, si sospecha que usted o un familiar presentara síntomas de un ictus, acuda de inmediato a su centro hospitalario más próximo, su cerebro se lo agradecerá, y tendrá la oportunidad de ser una cara menos para el mismo nombre, ICTUS.