TEtl Estado de Israel lleva varios días bombardeando indiscriminadamente campamentos palestinos, ciudades palestinas y a un país extranjero, El Líbano, ante el silencio de la comunidad internacional cuando no con la complicidad de la misma. Hemos escuchado al Presidente de EEUU defendiendo el derecho de Israel a tomarse la justicia por su mano, incumpliendo todas las disposiciones internacionales y declarando la guerra a otra nación sin previo aviso. El Estado de Israel se ha constituido en la mayor amenaza para la paz y la democracia en Oriente Próximo y en el mayor grupo terrorista organizado ¿Qué dice la Unión Europea? ¿Dónde están nuestras enseñas civilizadoras, esa Europa culta, pacífica, defensora de los derechos humanos, adalid del derecho internacional de los pueblos? Nadie levanta su voz ante la violación sistemática de los acuerdos de la ONU por parte del gobierno de Israel. Mientras escribo este artículo ya han muerto 57 civiles, entre ellos 15 niños, más de cien personas han resultado heridas y se han destruido barriadas, más de veinte puentes e instalaciones civiles sólo en El Líbano. En palabras de Dan Halutz , jefe de personal del Ejército israelí, "Nada está a salvo (en el Líbano), es tan simple como eso". Nada ni nadie.

La única palabra que se ha levantado en contra de esta nueva muestra de barbarie es la del Secretario General de la ONU Kofi Annán , quien ha dicho que "no importa lo que suceda en la región, deben realizarse todos los esfuerzos para no dañar a los civiles. El ataque deliberado a civiles desarmados es puro y simple terrorismo, no importa la causa". Sus palabras no han tenido mayor eco entre una comunidad internacional que considera que los negocios son lo más importante y que Israel es socio comercial preferente en Europa, mientras que Estados Unidos es su mayor proveedor de armas, cazas, bombas y tanques. En el mundo del dólar, no existe declaración universal de derechos humanos.

Estamos asistiendo a un genocidio programado en Palestina desde 1948. Entonces Israel decidió ocupar ilegalmente las tierras palestinas y declarar unilateralmente el Estado de Israel, incumpliendo la resolución de las Naciones Unidas que pretendía crear dos Estados, el otro: el palestino. En lo que entonces se denominó la Nakba (el gran desastre), un ejercito bien pertrechado fue ocupando sistemáticamente las tierras y aldeas palestinas, expulsando a sus legítimos habitantes a morir en el éxodo, destruyendo toda memoria de la existencia previa de un pueblo en esas tierras y provocando que hoy existan más de 4 millones de refugiados palestinos a los que se le niega sistemáticamente el derecho a retornar a su hogar- 4 millones de palestinos sin papeles, sin identidad, sin esperanzas dispersos por medio mundo. En 1967 Israel volvió a ocupar nuevos territorios, con la correspondiente resolución en contra de las Naciones Unidas y ante la indiferencia de Occidente. Esos son los territorios ocupados actualmente, donde existe una frágil autonomía palestina y a los que se niega sistemáticamente su derecho a ser nación, dicho sea de paso, a ser de manera legal lo que han sido siempre de manera real e histórica: el pueblo palestino.

Se ha construido un amplio muro que divide tierras palestinas, pueblos palestinos y familias palestinas. En Israel la minoría árabe es despreciada y el respeto a la legalidad internacional no ha existido nunca. Pero Israel es rico y poderoso, frente a una autoridad palestina pobre, indefensa y sin recursos. Con la hipocresía que nos caracteriza hemos otorgado el status de país democrático a aquel que incumple todas las resoluciones de las Naciones Unidas, que posee las mayores armas de destrucción masiva, que bombardea países y pueblos de civiles, que practica el terrorismo diario y bajo el paraguas del estado, que niega la existencia a la vida al pueblo palestino y que siente el más profundo desprecio por los derechos humanos. El pueblo palestino, el pueblo perseguido, no tiene mayor entidad para nosotros que el que puedan tener los cadáveres de los cementerios- De hecho, ¿Acaso no son cadáveres futuros?

La escritora Rosa Regás ha pedido una reacción de los españoles. "No seamos como la Unión Europea --dice la autora-- defendamos a un pueblo torturado, masacrado, vilipendiado solo en beneficio de otro más rico y poderoso".§

No podemos asistir mudos al bombardeo, no podemos callar ante los asesinatos de familias, niños, viejos, hombres y mujeres- Simplemente, no podemos ser cómplices del crimen.

*Coordinador Gral. de IU Extremadura