Estos últimos días se está hablando mucho del hospital Nuestra Señora de la Montaña, por la demanda que el Ateneo cacereño y otras asociaciones culturales cacereñas están haciendo para que mencionado hospital se convierta o transforme en un centro de la cultura.

Sin que tal demanda me parezca mala, he de manifestar mi opinión en contra por entender que Cáceres tiene otras necesidades más perentorias y de mucha más urgencia, entre ellas, un hospital geriátrico y hospital de día en condiciones adecuadas para las personas mayores.

Quien haya tenido o tenga ingresado algún familiar en el actual hospital geriátrico de la Montaña en las salas, por darles algún nombre, de geriatría, habrá padecido y habrá visto sufrir a sus familiares por las condiciones en las que se ven obligados a estar. Salas de cuatro camas, con enfermos continuamente quejándose, sin espacio para los acompañantes que son necesarios para su asistencia y presenciando la muerte lenta de los compañeros de habitación, sin que el magnífico equipo humano que los atiende pueda ejercer su profesión como ellos quisieran.

Transformar el hospital actual en un centro geriátrico digno siempre sería más económico que adaptarlo a un nuevo uso, aunque sea cultural, y los profesionales que lo atendieran, junto a los actuales, que repito, tratan a los enfermos con gran profesionalidad y mayor cariño, podrían atender a un número mayor de personas y en mejores condiciones para los cada día más necesitados, por el crecimiento de edad de la población.

Tiempo habrá para que el Ateneo encuentre un lugar en la ciudad más adecuado al actual para desarrollar su labor cultural en condiciones más óptimas.

Eusebio Rodríguez Rodríguez **

Cáceres