Fue el 19 de septiembre del 86 cuando un grupo de mujeres constituíamos la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas. Sin ninguna experiencia en el movimiento asociativo, sentíamos en nuestro interior, la necesidad de fundar una organización, que recogiera nuestras esperanzas, nuestras ilusiones, nuestras desesperanzas, nuestras frustraciones y un sinfín de sentimientos, que en aquel entonces, era muy difícil de expresar. Sabíamos que algo ocurría en nuestras vidas pero que la tradición, la educación y un algo no escrito no nos permitía decir lo que estaba ocurriendo. Pasábamos casi de puntillas, por ese algo no escrito, que todo el mundo conocía y sabía, pero que estaba enquistado en nuestra sociedad, y permitía que algunos hombres, en aras de no sé qué argumentos, maltrataran, humillaran y despreciaran a las mujeres.

Cuando a nuestra retahíla de mujeres separadas y divorciadas añadimos el término de maltratadas , empezó nuestro calvario. Amenazas, insultos, injurias... y un sinfín de calumnias que hemos conseguido perdonar y olvidar.

Sabíamos que en casi el 74% de las separaciones y divorcios la causa eran los malos tratos, pero continuaba el silencio y el miedo a denunciar.

La lucha fue desigual, y nos dejamos jirones de nuestras vidas en el camino, pero nada de ello importaba, el fin último era lo que nos movía: denunciar y sensibilizar a la sociedad de lo que estaba ocurriendo, algunos hombres eran maltratadores y la sociedad, casi sin darse cuenta, era cómplice de la situación.

Durante años, llenos de premios y reconocimientos a nuestra labor, supimos aceptarlos con gratitud y con una cierta desconfianza, porque, aunque nuestra labor era reconocida dentro y fuera de Extremadura, sentíamos que el camino era muy largo y tortuoso.

¡Cuántos años han pasado..!, cuántas cosas hemos visto, oído, sufrido, sentido, y a veces desesperado, pero ver que en la agenda política de la actualidad aparece el tema de los malos tratos no deja de ser una satisfacción y un reconocimiento a nuestra labor.

Es ahora el momento de recordar a mujeres que a cambio de nada, día a día pelearon por hacer un mundo más justo, un mundo de iguales, un mundo mejor para nuestros hijos:

A Mari Angeles , a Patro , a Rocío , a Mari Angeles (nuestra eterna y sufrida abogada), a María José , a Concha , rescatarlas del olvido, porque deseo con todo mi corazón rescatarlas del olvido, hacer que esa mujeres permanezcan en la memoria de las que nos han tomado el relevo, ese grupo de mujeres que hicieron posible que en la agenda política, entrara el término de maltratadas...

*Expresidenta de la Asociación de

Mujeres Separadas, Divorciadas y Maltratadas.