WAwyer fue un buen día para Extremadura. La puesta en servicio de la primera autovía regional completa entre Miajadas y Don Benito-Villanueva de la Serena, de 24 kilómetros, --la segunda será cuando se acabe la Plasencia-Navalmoral, cuya mitad está ya abierta al tráfico-- es una oportunidad para celebrar la mejora de las comunicaciones de las localidades directamente afectadas y también para celebrar que con ella, Extremadura tiene una nueva oportunidad de progreso. Es igualmente destacable que la obra se ha terminado más de un año antes del plazo y que tres de las cuatro empresas que la han construido son de la región.

En la inauguración, el presidente de la Junta, Rodríguez Ibarra , dijo que esta obra permitirá fijar a los ciudadanos en sus pueblos, porque fomentará la economía de la zona. Y lleva razón. Más discutible es su razonamiento, que lo expuso como una disyuntiva, de que la obra ayer inaugurada --o cualquiera de este tipo-- sirve para lograr un impulso económico y no para conectar ciudades. Es complicado alcanzar uno sin lo otro. Y por ello --para obtener progreso y comunicación, que viene a ser lo mismo-- es pertinente recordarle, como ayer hicieron el PP y UGT, que es necesaria la autovía que una Badajoz y Cáceres.