TLta justicia inicia sus trabajos sobre la supuesta trama de espionaje en la Comunidad de Madrid. La investigación en el PP no ha hecho más que empezar. Los hechos denunciados son gravísimos, y el análisis que hacen en privado los miembros del PP no contaminados por este episodio es similar. "No hay nadie imprescindible en una organización política, nadie --me dice un veterano dirigente del PP--. Esto no es la UCD, el partido aguanta lo que le echen. A Esperanza Aguirre y a Gallardón la militancia les va a decir cualquier día que se vayan a su casa y nos dejen en paz". Otro dirigente, más joven, apunta: "Todos los problemas que saltan en el partido tienen que ver al final con esa guerra. Ya está bien". Y así, seguramente, se podría ir de un popular a otro hasta un numero considerable, especialmente fuera de Madrid. ¿Pero quién debe decir ¡ya está bien!? Mariano Rajoy anunció la investigación interna con la determinación de llegar hasta el final. La pregunta ahora es dónde está meta y quién la pone. Si todos salían perdiendo ya, la guerra de dosieres a campo abierto declarada esta semana y en la que todos acusan a todos elevando la apuesta hacia la dirección nacional, camina hacia el suicidio colectivo. Será interesante comprobar si esa amenaza actúa como un freno en la investigación interna o los que trabajan cada día por el partido desde la periferia empujan a una catarsis de consecuencias desconocidas. Porque la bomba de relojería que tienen entre manos en el PP se activó hace muchos meses: aquella noche en la que Mariano Rajoy dio a entender que dejaba la presidencia tras perder las elecciones, y todos los que se veían en su puesto creyeron llegado su momento. Aplacar la energía que se desencadenó entonces por la sucesión no va a resultar fácil. Ahora son las elecciones gallegas y vascas, después las europeas, o una mala tarde parlamentaria, una encuesta... A Mariano Rajoy lo examina una parte de los suyos cada mes. La duda es si el líder popular afronta este último envite como un parcial más o como el examen final.