WEwl anuncio, recogido el domingo por este periódico, de que el Instituto Cervantes va a abrir en Cáceres la primera delegación en España no debe pasar inadvertido. Porque es una gran noticia para la ciudad. Siempre se ha dicho que es la lengua la principal industria del Reino Unido. El inglés se ha convertido en el idioma franco del mundo y ese hecho reporta ingentes beneficios, y también miles de puestos de trabajo, a los países anglófonos. El español, con 400 millones de hablantes, vive momentos de pujanza mundial, principalmente debido a la creciente influencia de los hispano-hablantes americanos, que en los Estados Unidos están ganando territorios a la lengua inglesa. El Instituto Cervantes es la institución española que pretende la difusión del español en el mundo y para ello ya cuenta con 43 centros en los cinco continentes. Pero también debe tener su red en nuestro propio país. Esa red la inaugurará el centro de Cáceres, que convertirá a la ciudad, que ya cuenta con el Instituto Camoes de Portugal (el equivalente al Cervantes), en sede de cursos y estudios sobre esas grandes industrias que son las dos lenguas ibéricas. Una circunstancia relevante y un activo inmejorable que Cáceres debe lucir en su tarea de acopiar méritos para optar a la Capitalidad Cultural Europea del 2016.