Las palabras que el obispo de la Diócesis de Coria-Cáceres, Francisco Cerro Chaves, transmitió el pasado 2 de septiembre en Coria con motivo de su ordenación me defraudaron. La relativa juventud del obispo y su, al parecer, acercamiento con los jóvenes predecían que iba a exponer un discurso fresco, realista y algo más adaptado a los nuevos tiempos, pero a mi entender no fue así. Bien es cierto que la Iglesia no avanza, sino que sigue empeñada en ir contra corriente y entre renovarse o morir, está haciendo méritos para esto último.

El discurso de Cerro Chaves augura que su línea de trabajo irá en la misma dirección que la que hasta ahora viene manteniendo la parte más conservadora y arcaica de la Iglesia porque decir que "los enfermos mentales, depresivos, separados, divorciados, jóvenes y ancianos son pobres, a los que no quiere nadie- todos son carentes de amor" es una barbaridad más de tantas que lanza la Iglesia de vez en cuando. No sé en qué se basa el nuevo obispo para hacer esta afirmación. ¿De qué personas se ha rodeado todos estos años para hacer estas afirmaciones? ¿Es que el entorno en el que usted ha estado no querían a todas estas personas que cita?

Señor Cerro, aquí en Coria, en Extremadura y estoy convencida que en toda España y el mundo entero queremos a los enfermos mentales, a los depresivos, a los separados, a los divorciados, a los jóvenes y a los ancianos. Es más, queremos a las madres solteras, a las casadas, a los homosexuales, a los transexuales, a los drogodependientes, a los altos, a los bajos, a los gordos y delgados, a los inmigrantes, a los niños, a los adultos-, a todos. En la sociedad de hoy día se quiere a las personas, independientemente de cualquier otra característica física, psíquica o social. ¿En qué realidad ha vivido estos años señor Cerro?

Con sus afirmaciones, ¿cómo se sentirá una familia que tenga al cuidado a una persona enferma mental, o cómo se sentirá un depresivo, o un separado o un divorciado tras escuchar sus palabras porque considera que no los quiere nadie? ¿Pero qué barbaridad dice? Con todos mis respetos, le aconsejo un libro para que lea en sus ratos libres: Educación para la Ciudadanía.

Nieves Agut **

Coria